El electorado independentista tiene cada vez menos paciencia. El secesionismo más beligerante empieza ahora a revelarse contra el propio Puigdemont, cuyas idas y venidas, en contraposición a la novedad de talante más férrero de Orriols, empiezan a pasarle seria factura. La ruptura está más presente que nunca, especialmente en redes, donde su perfil suma cada vez más interacciones negativas.
Davant dels arquitectes del caos, Junts som els manobres de l’esperança. Els debats incòmodes no ens espanten, no ens refugiem en pancartes, eslògans o vídeos de trenta segons.
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) July 27, 2025
Junts incomoda als extrems, als populismes i als que surten negociats de casa. El nostre vot no es pot… pic.twitter.com/So9nQfpUEV
¿El principal problema? El expresident no tiene credibilidad. Al menos así lo perciben sus antiguos votantes ya transmutados. En su estrategia por asumir parte del discurso de AC como propio, Junts pierde aún más apoyos. El moderado se queda en casa, el radicalizado se queda con la marca original y el equipo posconvergente refuerza su imagen de oportunismo discursivo.
Que aneu a la vostra està mes que demostrat, deixant penjats a tota aquella gent que hem estat a la lluita des de l’#1O fins que vam obrir els ulls de l’estafa que vau perpetrar.
— J.Antoni Obalat (@JObalat) July 28, 2025
“Que us bombin” ja ho heu fet en nosaltres i negociant amb el 155 que farà 8 anys enguany.
Farsants
és increïble el nivell de ridícul que sou capaços de fer, per tal de mantenir la poltrona …
— David (@Cal_Linus) July 28, 2025
AC us derrotarà, només que tinguin més cadires ocupades… ja us haurà derrotat. Sou uns pocavergonyes, i molts estem del vostre "volem acollir" fins els pebrots. Portava des dd els 18 votant-vos, en tinc 53, només un cop vaig votar erc. Sí, meu perdut. Sóc votant d'AC.
— laikamolsa1971 (@novell_gemma) July 28, 2025
La desconexión es total. Las encuestas levantan miedo, pero los vaivénes retóricos y el talante belicoso de Rull en el Parlament contra Orriols no ayudan a su causa, sino más bien todo lo contrario. Sin saber que rumbo tomar, Junts parece condenado a seguir nutriendo las expectativas electorales de Aliança, cada vez más crecida y con perspectivas reales de determinar la próxima mayoría parlamentaria. Si nada extraño sucede, que en política nunca se sabe, Orriols está llamada a tenir mucho más que decir en 2028, con el electorado cada vez más de su parte y el independentista hastiado de promesas incumplidas y velas a media asta.