Aliança Catalana, que pese a su proyección mediática y posiciónen el debate politico catalán cuenta aún con pocos rostros institucionales visibles, ha sumado una nueva cara a sus filas: Conxita Iglesias Puigdevall, exregidora de ERC en Sant Feliu de Buixalleu.
Iglesias fue elegida en las elecciones municipales de 2023 como número 4 de la lista de Esquerra Republicana. Un empate técnico con Junts permitió que ERC gobernara gracias a un sorteo que les otorgó la vara de mando. Las desavenencias internas llevaron a Iglesias a abandonar el grupo municipal y convertirse en regidora no adscrita apenas unos meses después del inicio del mandato.
El pacto con Aliança Catalana no implica, por el momento, una afiliación oficial al partido, pero sí establece una colaboración estrecha, según anuncia la propia Aliança. Iglesias apoyará públicamente el proyecto de Orriols y promoverá iniciativas municipales alineadas con su ideario. Desde Aliança celebran este acuerdo como un paso más en «su expansión por la Cataluña interior», aunque, en vista de los resultados de las pasadas autonómicas en la provincia, no parece que les haga mucha falta.
Este movimiento manifiesta, eso sí, cómo los desencantados del procés –ya sea por desilusión, discrepancias internas o cambio de prioridades ideológicas– están encontrando cobijo en Aliança Catalana, que apuestan por un independentismo más desacomplejado.
Orriols y su entorno aprovechan el desgaste de los partidos tradicionales del soberanismo para ampliar su influencia local a golpe de fichajes.