La nueva campaña de American Eagle Outfitters protagonizada por Sydney Sweeney desató una fuerte polémica en Estados Unidos.
La campaña publicitaria juega con la similitud entre las palabras inglesas “jeans” (vaqueros) y “genes”, lo que ha desatado la polémica en redes sociales. Muchos acusan a la campaña de promover estándares de belleza eurocéntricos, mientras que otros la ven como una estrategia de marketing sin mayores implicaciones.
Campaña polémica
A pesar de la controvertida campaña con la actriz, las acciones de American Eagle se incrementaron un 10 % en cuestión de días, lo que sumó más de 200 millones de dólares al valor de la compañía.
La marca decidió eliminar de ciertas redes sociales el vídeo que desató mayor polémica, aunque todavía se encuentra publicado en su página de Facebook. En el vídeo, se muestra a Sydney Sweeney acostada mientras se sube la cremallera de sus vaqueros. La actriz afirma: «Los genes se transmiten de padres a hijos y a menudo determinan rasgos como el color del pelo, la personalidad e incluso el color de los ojos. Mis jeans son azules», dice mientras la cámara enfoca su rostro. A continuación, una voz en off remata: «Sydney Sweeney tiene unos jeans estupendos».
Muchos han acusado esta serie de anuncios de promocionar la eugenesia. Según el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, se define como “el uso de la crianza selectiva para mejorar la raza humana”, una práctica que el propio organismo califica de forma tajante como “ciencia basura”. Este concepto, asociado históricamente con movimientos racistas, generó indignación en ciertos sectores de la sociedad.
Campañas similares
La campaña de Sydney Sweeney para American Eagle ha sido comparada con el polémico anuncio de Calvin Klein protagonizado por Brooke Shields en 1980. En aquel entonces, Shields tenía solo 15 años, y su anuncio generó controversia, especialmente por el provocador eslogan: «¿Quieres saber qué se interpone entre mis Calvin y yo? Nada».
El anuncio de Brooke Shields también contenía un mensaje parecido sobre la transmisión genética de generación en generación. Rachel Lowenstein, asesora cultural y estratega, criticó duramente la campaña de American Eagle por su intento poco sutil de captar la atención masculina, afirmando que las marcas están “volviendo al truco más antiguo de la publicidad: el sexo vende”.
La campaña de Sydney Sweeney para American Eagle ha puesto sobre la mesa debates sobre la publicidad y los límites éticos en el marketing actual.
