Las aplicaciones de citas buscan permear en todos los segmentos de la población. Sin embargo, una iniciativa que puso en marcha el alpinista Thibaud Monney ha resultado ser la resistencia.
Casualidad
Este individuo decidió, de manera espontánea, compartir una reflexión en el libro de registro de la cima del Diente de Broc (Suiza): “He subido para ver la puesta de sol y estaba solo; la próxima vez seremos dos”.
A esta manifestación, como avanzó 3cat, añadió su número de teléfono y, pocos días después, fue contactado por una mujer. Esta casuística propició que Monney, aupado por sus amigos, decidiera innovar con un “Tinder de las montañas”.
No hay tecnología de por medio
Lejos de ser una aplicación móvil como Bumble o Badoo, la particularidad de la propuesta de Monney es que no hay aparato tecnológico de por medio. Tan solo basta un lápiz o un bolígrafo con el que poder escribir, una vez alcanzada la cima.
Sin embargo, no es una acción que repose sobre el libre albedrío. En cada cuaderno amoroso se detallan sus instrucciones de uso: nombre, edad, número de teléfono, intereses y breve descripción que refleje meridianamente su personalidad. Su presencia en motañas suizas y también argentinas podría significar una nueva tendencia en el coqueteo montañista.
