Global Project Against Hate and Extremism (GPAHE), una organización estadounidense cuyo leitmotiv es la investigación del extremismo con el objetivo de influir en las políticas públicas, ha señalado al Partido Feminista de España como una organización protofascista.
Partido Feminista = Núcleo Nacional
En un informe publicado el pasado 1 de agosto, la entidad describió al partido que fundó Lidia Falcón en 1981 —y más tarde RTVE, escudándose en ese documento— como una formación perteneciente a una supuesta “red de extremismo de derechas”. El GPAHE ha dibujado un mapa mental en el que ha interconectado a Núcleo Nacional, La Falange y, entre otros, al Partido Feminista.
Esta conclusión ha despertado la atención mediática, puesto que el PFE suscribe una base ideológica situada en las antípodas de sus compañeros de embarcación: su disposición normativa abraza la convergencia entre el marxismo y el feminismo clásico. En definitiva, una voluntad revolucionaria y universalista, absolutamente contraria a cualquier variante fascista. Núcleo Nacional, uno de los grupos en auge que recoge el informe, por ejemplo, filtra la concesión de derechos a la arbitrariedad del origen. Un sustrato-marco de acción que ya imposibilita forjar cualquier alianza.

Comunicado del PFE
A estos reproches, el PFE ha reaccionado emitiendo un comunicado en el que denuncia “el intento de vincularnos con esa amalgama de odio reaccionario”. Acusan además al GPAHE de ser un “panfleto” que carga contra ellas “porque no comulgamos con los dogmas del nuevo totalitarismo identitario que impone, sin debate ni disidencia posible, la ideología del género como verdad revelada”.
El partido que fundaran activistas antifascistas durante la dictadura suscribe que “desenmascarar el lucrativo negocio que hay detrás de las ‘transiciones’ médicas promovidas por multinacionales farmacéuticas” ha impulsado su señalamiento. Sin embargo, advierten: “Seguiremos combatiendo el patriarcado, el capitalismo y el odio”.