Por si agluien lo seguía dudando tras sus bromas al respecto, Trump no buscará un tercer mandato. El republicano ha dejado entrever a su vez -con una cautela impropia-, su respaldo a una fórmula presidencial compuesta por su actual vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio.
Trump ha sido directamente preguntado al respecto por Peter Doocy, de Fox News, sobre el futuro de MAGA -marca estrella del movimiento trumpista- una vez concluya su actual gestión. Al plantearse la idoneidad de JD Vance como su heredero político, Trump ha sido claro; “Bueno, ahora mismo es el favorito. Está haciendo un gran trabajo. Y creo que Marco también es alguien que quizá se una a JD de alguna forma.”
Aunque no ha hecho una declaración oficial de apoyo, el presidente loa su papel como segundo al mando y deja claro que, a su juicio, es quien tiene más posibilidades de cara a las elecciones presidenciales de 2028.
Han acompañado a Trump en el acto el propio JD Vance, la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem y la fiscal general Pam Bondi, todos ellos considerados posibles candidatos presidenciales dentro del oficialismo republicano. Trump ha procurado en este contexto no posicionarse en exceso para no enrarecer el ambiente.
Las palabras de Trump han llegado pocos días después de que el propio Marco Rubio, entrevistado por Lara Trump, destacara el papel de Vance como vicepresidente y señalando que sería “un gran nominado” si decide postularse. Rubio ha afirmado que desea mantenerse en su cargo hasta el final del mandato de Trump, en enero de 2028.
La eventual fórmula Vance-Rubio representa una línea de continuidad del trumpismo. Vance como elemento más disruptivo en la línea de su número 1, y Rubio como figura tradicional del partido.
Las elecciones de 2028 serán las primeras en más de una década sin Trump en las papeletas, una oportunidad que ninguna de las famílias republicanas pretende dejar escapar.