Tres personas no binarias han presentado una denuncia contra los organizadores del Maratón de Filadelfia. El motivo: exigen acceder a las condiciones reservadas a la categoría élite. No reclaman una nueva categoría, sino competir como profesionales, con premios incluidos.
Mismo premio
Rechazan el formato actual —una categoría no binaria ya existente, sin retribución económica— y piden los 10.000 dólares del primer puesto, 1.500 más si baten el récord, y premios de 7.500, 5.000, 2.500 y 1.000 para los puestos del segundo al quinto.
A su juicio, negar esa posibilidad es «un ataque a las personas trans». Uno de los denunciantes, Josh Fernández, lo resume así: “Debemos transmitir la idea de que cada corredor importa”.
Respuesta abolicionista
Desde Contra Borrado responden que “la élite es, por definición, excluyente”. La crítica feminista no entiende por qué debería desaparecer el criterio deportivo que define quién es profesional y quién no. Denuncian que se pretende imponer la autopercepción como criterio único.
Fernández corrió la maratón en 3:27, lo que le habría situado en el puesto 1.549 de la categoría masculina. Además, desde la misma asociación señalan que los 18 corredores no binarios inscritos ya disponen de servicios diferenciados: baños y vestuarios específicos, espacios de lactancia, lenguaje inclusivo en la web y personal con formación en sensibilidad.
Consideran que esto supone una serie de “derechos especiales” que afectan directamente a las mujeres. La categoría no binaria, por consiguiente, “agrupa a personas con capacidades inherentemente desiguales, lo que inhabilita la competición”, afirman desde el feminismo abolicionista.