Sílvia Orriols no perdona nada ni a nadie. La diputada, alcaldesa y presidenta de Aliança Catalana ha respondido con mucha dureza al arzobispo de Tarragona tras las declaraciones que el clérigo ha hecho hoy suyas en Catalunya Ràdio.
En reacción a los últimos eventos y el tono beligerante de Santiago Abascal con la Iglesia Católica española, Joan Planellas, arzobispo de Tarragona, se ha mostrado implacable con el vasco: “un xenófobo no puede ser buen cristiano”. Sin haber sido mencionada, pero dándose claramente por aludida, Orriols ha dedicado dos mensajes a la estructura eclesiástica patria.
L'arquebisbe de Tarragona ja s'ha pronunciat sobre les matances de cristians a mans de l'islamisme al continent africà?
— Sílvia Orriols (@orriolsderipoll) August 12, 2025
Sobre la crema d'Esglésies i Sinagogues europees a mans de musulmans?
A veure si per ser bon cristià ara hauràs de ser pro islam…https://t.co/HFxZIUaFB9
En su primer mensaje, Orriols cuestiona si el arzobispo “se ha pronunciado sobre las matanzas de cristianos en África a manos del islamismo” -sabe que no-, o sobre “la quema de iglesias y sinagogas en Europa cometida por musulmanes”. “A ver si para ser buen cristiano ahora tendrás que ser pro-islam…”.
En un segundo mensaje, Orriols ha apuntado donde más le duele a la jerarquía eclesiástica recordando sus propios escándalos y controversias: “Que se pronuncien primero sobre los casos internos de pederastia, sobre la colaboración con regímenes dictatoriales, sobre el rechazo inadmisible a la comunidad homosexual, y luego nos den las lecciones que quieran a quienes confrontamos el avance islamista”.
Que es pronunciïn primer sobre els casos interns de pederàstia, sobre la col·laboració amb règims dictatorials, sobre el rebuig inadmissible a la comunitat homosexual i que encabat ens donin les lliçons que vulguin als qui confrontem l'avenç islamista…
— Sílvia Orriols (@orriolsderipoll) August 12, 2025
La reacción de Orriols no es nueva, y bebe de las crecientes tensiones entre sectores prominentes de la Iglesia catalana, de talante históricamente más progre y la política identitaria más dura.