Agosto está siendo complicado. A jueves 14, la Península afronta una de las jornadas más duras del verano en cuánto a incendios forestales. El frente Zamora–León, que se originó en Molezuelas de la Carballeda -León- y se ha extendido hacia la Valdería leonesa, continúa siendo el más grave: las estimaciones elevan ya la superficie afectada a unas 37.000–38.000 hectáreas y han obligado a miles de evacuaciones en varios municipios. Las autoridades han confirmado, hasta el momento, tres víctimas mortales en esta ola: dos voluntarios que colaboraban en las labores de extinción en Castilla y León y un hombre fallecido en el incendio de Tres Cantos -Madrid-.
En Galicia, la situación es igualmente dramática, Ourense concentra varios focos nada despreciables. Chandrexa de Queixa–Requeixo estima ya 4.500 ha, Chandrexa–Parafita entre 1.800 y 3.000 ha y Maceda–Santiso se acerca a las 2000 ha afetadas. El operativo autonómico mantiene una Situación 2 en parte de la provincia, que amplia el horario laboral de la administración y agiliza trámites como las peticiones de ayuda al Estado. Ya se han registrado interrupciones del servicio ferroviario entre Madrid y Galicia, Actualmente se encuentran restablecidas.
En Extremadura, el incendio de Jarilla–Cabezabellosa–Villar de Plasencia ha forzado cortes en la A-66 y la N-630 y el confinamiento de Oliva de Plasencia por humo.
En la Comunitat Valenciana se batalla contra un fuego descontrolado en Teresa de Cofrentes -Valencia-, iniciado por un rayo y declarado de difícil acceso por terreno escarpado. Se han practicado desalojos preventivos en pedanías y se han incorporado unidades de la UME.
Ante la simultaneidad de focos y las condiciones meteorológicas de calor y sequedad, el Gobierno ha solicitado a la UE dos aviones Canadair del Mecanismo de Protección Civil. La AEMET mantiene avisos por calor extremo en decenas de provincias, lo que eleva el riesgo de incendio en amplias zonas del país así como problemas de salud asociados a las altas temperaturas.
El balance provisional de la última semana supera las 50.000 hectáreas calcinadas y miles de personas evacuadas en varias comunidades, con especial impacto en Castilla y León, Galicia, Extremadura y la Comunitat Valenciana. Las autoridades insisten en extremar la prudencia: evitar el uso de maquinaria en el monte, no encender fuego y seguir en todo momento las instrucciones oficiales.