Hay cosas que no cambian, y el abucheo de inaguración para las fiestas de Gràcia no es excepción. Tanto antes como después de los pregones, un nutrido grupo de vecinos hizo oír su descontento. Los temas fueron los habituales; pancartas contra la masificación turística, la gentrificación y la crisis de la vivienda, acompañadas de silbidos y gritos dirigidos añ PSC. Bonet, presente en el acto, fue blanco de una parte importante de las protestas. Su aparición en el balcón intensificó el ruido de abucheos, dejándole una jornada regulera para el recuerdo. «Fora del nostre barri» fue la proclama por excelencia,
Si bien es cierto que la crítica y el griterio son una de las señas de identidad del evento, el descontento parece ir en aumento año tras año. La protesta se enmarca en una oposición cada vez más organizada contra las políticas urbanísticas y de vivienda del Ayuntamiento, percibidas como cada año más deficientes. Los manifestantes señalan al gobierno municipal como parte indispensable en el proceso de expulsión de vecinos por la presión inmobiliaria y con una «saturación turística» que, denuncian, erosiona la vida en el barrio.
Con todo, el pregón mantiene un formato consolidado desde mediados de los ochenta, con el añadido de un pregón alternativo impulsado por colectivos sociales, que cada año añade un tono más combativo y crítico a la jornada inaugural; las autoridades prefieren no pasarse pot ahí.
Gràcia vivirá a partir de hoy ocho días de cultura popular. 23 calles y plazas se engalanaran y competirán por ser la más espectacular según el voto popular. Las temáticas no discriminan; desde los Beatles a Star Wars, todo vale.