Las redes están que arden. Munuera Montero volvió a protagonizar un polémico arbitraje -presuntamente- favorable para los blaugranas en su encuentro ayer con el Mallorca, que se saldó con un «discutible» 0-3 que tiene a la afición bermellona echando fuego en todos los canales.
Partido muy sólido de Munuera Montero de principio a fin. Un valuarte defensivo en prácticamente TODAS las acciones que pudieron ayudar al Barça.
— ¿Está robando el Barça? #BarçaGate (@barcagatex) August 16, 2025
Un box to box en el centro del campo para el conjunto blaugrana. Candidato claro para arbitrar el clásico.
✍️8,5/10 pic.twitter.com/s5RfzrKhtk
Munuera Montero en los goles del Barça.
— Mario (@Mario___RM) August 16, 2025
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El encuentro ha acabado en polvorín mediático. El arbitraje empezó fuerte, con el primer gol del Barça cuendo Ferran Torres marcó mientras Antonio Raíllo permanecía tendido en el césped tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. Pese a que el protocolo arbitral recomienda detener el juego en este tipo de situaciones por riesgo sanitario, Munuera dejó continuar y dió por bueno el punto. La tensión empezaba a respirarse.
El ambiente no mejoró. El colegiado expulsó a dos jugadores del Mallorca. Uno por acumulación de amarillas tras protestar su decisión respecto al gol de Torres y una entrada «fea» a Yamal. Otro por una entrada «muy peligrosa» a Joan García. Al mismo tiempo, sin embargo, perdonó la expulsión de Raphinha tras una dura entrada sobre Morey. Los críticos apuntan un doble rasero evidente, favoreciendo al Barcelona en sus decisiones arbitrales más decisivas.
🗣️Ferreras: "Munuera Montero es socio de alguna empresa donde hay altos cargos del VAR y de la Liga, para Negreira también era compatible ser el número 2 de los árbitros y cobrar 9 millones de euros del Barcelona durante casi 20 años."
— REAL MADRID FANS 🤍 (@AdriRM33) August 16, 2025
Más claro agua 👏🏻 pic.twitter.com/1otOwxJBxq
La polémica no se ha quedado en redes, pese a que su ruido se multiplica allí. Televisión y deportivos han recogido el episodio. Si bien el juez de campo ya fue en su día exonerado de un presunto conflicto de intereses entre su actividad arbitral y sus empresas privadas, el aparente sesgo de sus decisiones mantiene la sombra de la sospecha planeando sobre su figura.
