El Espanyol tiró de oficio para imponerse al Atlético de Madrid en el RCDE Stadium (2-1), logrando así la primera victoria de los de Manolo González en este arranque liguero.
Gol ilegal
El partido comenzó según el guion previsto: con un asedio colchonero al área chica ‘periquita’, que culminó Julián Álvarez con un golazo de falta en el 29’, quitando las telarañas de la portería de Dmitrović.
Un chicharro, el del argentino, salpicado por la polémica, tal y como desveló Juanfe Sanz en El Chiringuito: “Ningún atacante debe estar a menos de un metro de la barrera; por tanto, el gol era ilegal”, sentenció el periodista.
Reacción periquita
En la segunda parte, el míster blanquiazul empezó a mover piezas para revertir el marcador e introdujo a dos de los fichajes, Dolan y el ariete Kike García, con los que el Espanyol ganó verticalidad y puso en serios aprietos a los de Simeone.
Incluso cuando Álvarez pudo sentenciar con un disparo al palo en el 57’, el conjunto local no bajó los brazos y empató el choque con un buen gol de Miguel Rubio tras un centro medido de Edu Expósito.
Manolo quiere más
En ese instante, la afición del Mágico empezó a empujar como en las grandes ocasiones y se convirtió en el jugador número 12. Una atronadora animación que llevó en volandas a los de González hacia la remontada: en el 84’, Pere Milla, otro hombre salido desde el banquillo, hizo soñar a las 29.000 almas presentes en el RCDE Stadium con un testarazo que dejó descolocado a Oblak y consumó la victoria periquita.
Pese a la remontada épica, Manolo González prefirió mantener la prudencia y lanzó un mensaje a la directiva reclamando más refuerzos: “Como nosotros saquemos pecho, a los dos días nos saldrá chepa. […] El dinero que tenemos debe estar en el campo y no en el banco”.