Revés para Puigdemont. La Comisión Europea ha rechazado este miércoles legislar sobre el reconocimiento de las llamadas “regiones nacionales”, que pedía dar un trato específico dentro de la política de cohesión de la Unión a aquellos territorios con «características culturales, lingüísticas, étnicas o religiosas diferenciadas».
Entre sus principales promotores legislativos se encontraban Carles Puigdemont y Josep Huguet -exconseller de Empresa-, y buscaba que Bruselas destinara una atención particular -y con ello, recursos adicionales, claro- a este tipo de territorios.
La Comisión es clara; tras un estudio minucioso se ha concluido que la iniciativa excede su ámbito competencial. El Ejecutivo comunitario reconoce la relevancia de las cuestiones planteadas, pero propuestas como la definición de “regiones nacionales” o la inclusión de fronteras lingüísticas y étnicas en la política de cohesión sobrepasan las atribuciones que los Tratados confieren a Europa
Bruselas recuerda a su vez que la política regional de la Unión ya cuenta con sólidos mecanismos que garantizan la inclusión, la igualdad de trato de las minorías y la protección de la diversidad cultural y lingüística. En este sentido, señala que no existen evidencias de que las regiones con características propias se encuentren en una situación de desventaja frente a sus vecinas.
La Comisión reafirma así su compromiso con un marco común de cohesión, evitando introducir divisiones adicionales que fragmentan la política doméstica de los Estados miembros.
