Óscar Puente, ha reconocido -al fin- esta misma semana en sede parlamentaria lo que los usuarios de Rodalies llevan años denunciando: la red ferroviaria catalana es “la más castigada”, la “más deteriorada” y la que ha recibido “un peor trato” histórico.
Puente admite que existe un déficit inversor acumulado en la infraestructura ferroviaria catalana y que la situación actual es “muy precaria”. Conveniente que el Gobierno se haya esperado a delegar la gestión de Rodalies a la Generalitat para admitir las deficiencias de la red, se ve que el tren en España ya atraviesa «su mejor momento de la historia». Según sus previsiones, las mejoras tangibles no llegarán hasta la entrada en servicio del nuevo material rodante, prevista a partir de 2026.
“Rodalíes de Cataluña, tengo que decir, sin paliativos, el más deteriorado de nuestra red, por su extensión y por, las desinversiones que se han producido a lo largo y ancho de su historia. […] y también es la red que ha sufrido, un peor trato del conjunto.”@oscar_puente_ pic.twitter.com/TpizmJMZxA
— alejandro シ🔻 (@alejandro_79_) September 4, 2025
El ministro se ha atrevido incluso a aseverar que Rodalies ha sufrido una “gran discriminación” en comparación con otras redes ferroviarias españolas. Reconoce que la precariedad acumulada se debe a decisiones de diferentes ejecutivos y que no se puede revertir de la noche a la mañana.
Poniendo las cosas en perspectiva, el reconocimiento de Puente llega tras siete años de gobiernos socialistas en La Moncloa, un periodo en el que la situación de Rodalies no solo no ha mejorado, sino que ha seguido acumulando incidencias diarias, retrasos y un empeoramiento sostenido. El ministro intenta diluir la responsabilidad atribuyéndola a una “historia de infrafinanciación” -lo cual es, efectivamente, cierto-, pero ha fallado en explicar por qué, ante esta situación de manifiesta injusticia, su propio partido no ha hecho nada en siete años. Solo cuando se quitan el muerto de encima admiten lo deficiente la de línea.
Se anuncian grandes planes de inversión, pero los usuarios continúan padeciendo interrupciones constantes y servicios insuficientes. Trenes que no pasan, retrasos superiores a la hora, averías constantes, falta de alternativas..Si después de siete años de mandato socialista el propio ministro reconoce el fracaso inversor en Rodalies, ¿cuánto más deberá esperar Cataluña para contar con un servicio ferroviario decente?