Ozempic se ha convertido en el fármaco estrella del año. Aunque fue desarrollado originalmente para tratar la diabetes tipo 2, uno de sus efectos secundarios más notorios es la notable reducción del apetito. Esto ha llevado a muchas personas con sobrepeso u obesidad en Estados Unidos a utilizarlo como método para perder peso, lo que ha generado un impacto en el sector de la restauración.
Restaurantes
Algunos establecimientos han comenzado a adaptar sus menús con porciones más pequeñas para responder a los nuevos hábitos alimentarios de quienes lo consumen.
Clinton Hall, una popular cadena de cervecerías y hamburgueserías con varios locales en Nueva York, comenzó a ofrecer versiones reducidas de sus platos, según informa The New York Times. Entre sus nuevas propuestas destaca el menú teeny-weeny mini meal, que incluye una mini hamburguesa de 57 gramos, 42 gramos de patatas fritas y una bebida de 147 mililitros.
Aristotle Hatzigeorgiou, propietario de la cadena, incorporó el menú reducido tras observar que muchos clientes que tomaban medicamentos como Ozempic apenas probaban la comida: “Tomaban uno o dos bocados y dejaban el resto, igual que con la bebida. Me preocupaba tanto el desperdicio como el hecho de que se sintieran frustrados por pagar por algo que no consumían”.
Una tendencia similar se observa en los locales del Renwick Hospitality Group, también con presencia en Nueva York. En Alderman, ubicado en Times Square, los clientes pueden personalizar su propia tabla de aperitivos. Por su parte, Lulla, un restaurante italiano en el barrio de Chelsea, ofrece desde hace un tiempo un pack de nueve tentempiés pensado para compartir entre cuatro personas, por 28 dólares.
Nuevos hábitos
Gary Wallach, socio gerente del Renwick Hospitality Group en Nueva York, explicó a The New York Times que cada vez es más común que los comensales opten por menús compatibles con tratamientos con GLP-1, como Ozempic, así como por opciones vegetarianas o veganas.
Fármacos como Ozempic y Wegovy no solo han reducido el apetito de quienes los toman, sino también su interés por el alcohol. Como respuesta, algunos restaurantes han empezado a ofrecer versiones en miniatura de sus cócteles, como el snaquiri, un daiquiri en formato reducido.
Back Bar, el bar de cócteles del Hotel Eventi en Midtown, ha incorporado a su carta un martini de tamaño reducido (entre 60 y 88 mililitros) pensado especialmente para clientes que siguen tratamientos con GLP-1.
Menús específicos
Algunos establecimientos ya promocionan menús específicamente diseñados para usuarios de GLP-1. Smoothie King lanzó en su aplicación un “Menú de apoyo al GLP-1” compuesto por cinco opciones, ricas en proteínas y fibra y bajas en azúcar. A partir de marzo, este menú también comenzó a estar disponible en sus tiendas físicas.
Otros restaurantes
Otros restaurantes son más discretos con sus menús aptos para GLP-1. Otto’s, el reconocido restaurante francés de Londres famoso por sus festines de pato à la presse, soufflé de bogavante y crêpes Suzette, lanzó en mayo un “menú para uno, pequeño apetito” pensado para quienes prefieren raciones más reducidas. El restaurante recibe alrededor de 40 comensales cada noche, y su propietario, Otto Tepasse, comentó que vende cerca de seis minimenús por semana.
La influencia de Ozempic
La influencia de medicamentos como Ozempic en los hábitos de consumo está transformando la oferta gastronómica en diversas ciudades del mundo. Los restaurantes, conscientes de estas nuevas necesidades, se adaptan con menús más pequeños y personalizados.
El auge del Ozempic impulsa menús con porciones mínimas y mini cócteles en ciudades como Nueva York y Londres. Restaurantes y bares se adaptan a un apetito reducido sin renunciar a la experiencia gastronómica y al placer social. #SignoDeLosTiemposhttps://t.co/iaDVNs0G3P pic.twitter.com/1g7X3yT2jU
— Instinto Guapo (@instintoguapo) August 25, 2025