Polémica en el seno de la socialdemocracia. Felipe González, expresidente del gobierno por el PSOE y conocido crítico de la deriva del partido bajo la capitanía de Sánchez, ha vuelto a encender los ánimos de la militancia socialista al postularse con dureza contra Hamás.
Un breve clip de sus declaraciones -descontextualizado, por cierto – en el que cuestionaba la negativa de la organización islamista a liberar rehenes israelíes ha circulado con fuerza en redes. La pieza ha bastado para que numerosos simpatizantes sanchistas -que cada vez menos socialistas- cargaran contra el exmandatario acusándolo de “blanquear a Israel”.
Me perdí la infancia de mis hijos y mi familia por trabajar en el partido apoyando a Felipe González , ahora no lo reconozco , me das asco, Felipe eres un traidor al Psoe y a toda su militancia y sobre todo a quien te voto creyendo en ti. Que poca vergüenza tienes . pic.twitter.com/XxcKZvKAHc
— José Ángel Gomez-Chamorro Torres (@chamorro_555) September 19, 2025
Las críticas, sin embargo, pasan por alto que González también ha denunciado con contundencia la ofensiva israelí en Gaza. Ha hablado, de hecho, de “limpieza étnica”. El fragmento viral omite cualquier referencia a esas palabras y refuerza la idea de que el socialista se habría colocado unilateralmente del lado del Estado hebreo. La propia cuenta oficial de Israel se ha hecho eco del clip.
Escuchad al presidente socialista Felipe González.
— Acción y Comunicación sobre Oriente Medio – ACOM (@ACOM_es) September 19, 2025
Fue bajo su presidencia que en 1986 España estableció relaciones diplomáticas con Israel.
Hubo un tiempo en que nuestra democracia se debatía entre líderes como González o Aznar. Hoy se debate entre personajes como… pic.twitter.com/LSpsEsbd7S
La reacción -desmedida, si se permite la apreciación- dentro del socialismo ilustra una tendencia creciente a lo largo de todo el espectro: la dificultad de aceptar posiciones matizadas en un debate marcado por consignas absolutas. Se ve que cualquier crítica a Hamás -una organización terrorista.- supone un respaldo implícito a Israel, y cualquier señalamiento de los abusos israelíes como una defensa acrítica de Palestina.
El choque entre esa apuesta por los grises y el sectarismo imperante hoy en las redes socialistas evidencia la fractura generacional e ideológica en el PSOE. Los conflictos son complejos y no entienden de maximalismos. Lo siento, el mundo no es tan sencillo. González es hoy blanco fácil de una militancia demasiado acostumbrada a los eslóganes por encima de los debates incómodos.