Pedro Sánchez entra en las quinielas del Nobel de la Paz. El titular circula en prensa y redes. La pieza de El Plural afirma que su candidatura es “más posible que nunca”. Se destaca su papel en la denuncia de la ofensiva israelí en Gaza.
Iglesias se indigna
No es un reconocimiento oficial. El Comité Nobel no confirma nominados. Las listas permanecen secretas durante 50 años. Es una norma fija. En paralelo aparece Donald Trump. Figura en las casas de apuestas como aspirante fuerte. Incluso entre los primeros favoritos. Es un dato de mercado, no del Comité. Benjamin Netanyahu dice haberlo nominado. El gesto es público. No cambia la reserva del proceso.
En España hay reacciones. Pablo Iglesias habló en RNE. Recordó que España ha comprado más armas a Israel que nadie en Europa en 2025. Señaló que las bases estadounidenses en España están a disposición de Israel. Y remató: “Lo último ya es de traca: Pedro Sánchez Nobel de la paz”.
¿Serán capaces?
Desde el Gobierno la respuesta es distinta. el ministro Ángel Víctor Torres defiende la candidatura. Afirma que Sánchez ha demostrado «liderazgo internacional». El debate está abierto. Sin embargo, los datos aportan contexto. España fue el país de la UE que más importó armas y municiones de Israel entre febrero y mayo de 2025.
En mayo concentró el 78% de las compras europeas. Posteriormente, el Ejecutivo anunció la anulación de contratos. También un decreto para consolidar un embargo de armas. Su aplicación está en proceso. Oslo decidirá en octubre. Hasta entonces seguirán confrontando simbólicamente con Trump para emborronar la corrupción que acecha al PSOE y el estado de las cosas en España.
