¡Misión cumplida! Uno de los barcos de la flotilla, el Mikeno, ha conseguido evadir a la Armada israelí y llegar hasta Gaza. Bueno, casi. De acuerdo con la información disponible, tras conseguir romper el bloqueo y asegurar una ruta hacia las costas gazatíes, la nave ha decidido detener el rumbo. En concreto, llevan allí parados desde las 8 de la mañana. ¿Por qué?
Espera, que esto mejora: han dejado pasar uno de los barcos de la Flotilla, el Mikeno, y como los que iban a romper el bloqueo y parar el genocidio no se atreven a desembarcar se han quedado frente a la costa esperando a que la Armada ISR los rescate de su sacrosanta misión. https://t.co/Idfmz8aHQn pic.twitter.com/4ysO8HKYJm
— Martin Tuitero (@TuiteroMartin) October 2, 2025
A falta de confirmación oficial, las teorías se amontonan. La más repetida es que el barco no se atreve a desembarcar. La principal crítica contra la Flotilla ha sido, durante todo el trayecto, lo mediático de su misión. Desde un inicio se ha puesto en duda su intención real de llegar a territorio gazatí. Los riesgos son extremos y el impacto nulo. Lo que mejor sirve al relato es, sin lugar a dudas, la intervención israelí; solo hace falta ver como su equipo comunicativo había preparado los recursos para iniciar la campaña de desprestigio contra Israel una vez detenidos. Los más críticos señalan que los hebreos les habrían dejado pasar para ponerlos en evidencia; «habéis venido a que os detengamos, así que adelante, pasad.»
Otros denuncian que habrían sido detenidos, o que el GPS ya no funciona. La falta de actualizaciones dificulta llegar a una conclusión. Sin embargo, no se han reportado incidencias en los sistemas de seguimiento.
