Israel afirma que miembros de la flotila alargaron de manera deliberada su detención

Israel afirma que miembros de la flotila alargaron de manera deliberada su detención
Benjamín Netanyahu / X.

La Flotilla es, otra vez, el tema indiscutible del día. 21 de sus integrantes con nacionalidad española aterrizaron ayer por la tarde en Madrid. Su vuelta a casa no ha sido la única. La mayoría de los integrantes del selfie yacht, previa firma de un documento facilitado por el Gobierno de Israel, llevan un par de días siendo repatriados a sus respectivos países. Aún quedan activistas detenidos en el Estado hebreo; se trata de aquellos que se han negado a firmar la documentación necesaria para la deportación express, que incluye el reconocimiento explícito de haver entrado en el territorio de Israel de forma ilegal. Colau y Thunberg, por ejemplo, sí han firmado dicha declaración.

En el caso de Greta, su ejercicio de humildad ha durado poco. Una vez aterrizada en Estocolmo, la activista sueca retomó su habitual tono combativo. Denuncia haber sido sometida a un trato “duro y agotador” durante su detención en Israel, afirmando que pasó horas sentada sobre superficies duras -un dramón-, con poca comida y agua, e incluso expuesta a chinches. Sus declaraciones han sido desmentidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí; “mentiras descaradas, (…) los derechos legales de los detenidos fueron plenamente respetados”.

Según documentos judiciales publicados tras una vista ante el Tribunal de Población y Migración israelí el 5 de octubre, Thunberg no presentó ninguna queja formal durante su estancia en prisión. Las autoridades israelíes sostienen que tanto ella como el resto de activistas recibieron agua, alimentos, atención médica y asesoría legal. “Estas alegaciones nunca ocurrieron”.

Israel afirma a su vez que los miembros de la flotilla “intentaron prolongar deliberadamente su detención”, al negarse a firmar los documentos que permitirían su deportación inmediata. ¿El objetivo? Fortalecer una imágen de mártir y alimentar la retórica que hablaba de «secuestro» pese a que podían marcharse cuando quisieran.

Guillem Espaulella
Guillem Espaulella
Politòleg per la Universitat Pompeu Fabra.

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