Alemania sigue en sus trece; Israel tiene carta blanca. Friedrich Merz, canciller conservador alemán, ha vuelto a posicionarse en favor de la proyección internacional del Estado hebreo, esta vez ante la ya vieja polémica de Eurovisión. Los alemanes lo tienen claro; si se veta a Israel, ellos se retiran del concurso: “Israel tiene que estar ahí”.
BREAKING: 🇩🇪🇮🇱 German Chancellor Friedrich Merz said he would support a German boycott of the Eurovision if they decide to exclude Israel: “I think it's a scandal that this is even being discussed. Israel belongs there," Merz said. pic.twitter.com/GjzO0lO5oR
— Hen Mazzig (@HenMazzig) October 6, 2025
Las declaraciones nos llegan justo antes de la reunión de la Unión Europea de Radiodifusión, en qué se tomará una decisión final sobre la participación de los judíos.
Merz vuelve a desafiar así al consenso comunitario, muy duro contra la causa israelí. España, Países Bajos, Irlanda, Islandia y Eslovenia han ido en dirección contraria y puesto ya como condición su ausencia para asistir a Eurovisión. Austria, Grecia e Italia defienden que Israel debe estar presente en la edición.
La opinión pública de su nación respalda la postura del canciller: el 65 % de los alemanes considera que los artistas israelíes no deben ser castigados, con independencia a si aprueban o no las acciones del Gobierno de Netanyahu.
La decisión de la UER promete levantar polémica con independencia al fallo. Ambos lados del debate cuentan con naciones muy relevantes en el panorama geopolítico. Sea cual sea la resolución final, el concurso, muy popular entre la ciudadanía y uno de los símbolos de unión más celebrado de la UE podría escenificarpor primera vez la ruptura entre dos Europas. La incidencia, en contra de lo que pueda parecerle a algunos, no es menor.