La subida de impuestos del PSOE a las clases bajas

La subida de impuestos del PSOE a las clases bajas
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una intervención ante el Congreso de los Diputados (Ministerio de Hacienda).

Hacienda no perdona. La subida encubierta de impuestos que el Gobierno ha llevado a cabo con la no deflactación del IRPF en base a la inflación ha vuelto con fuerza al centro de opinión pública. Para quién no se haya enterado: pagas más impuestos sin haber aumentado tu poder adquisitivo y sin necesidad del Gobierno de aprobar una sola ley.

El mecanismo es sencillo, silencioso y muy jugoso -más cuando has perdido unas elecciones y gobiernas sin poder aprobar nuevos presupuestos dada la aritmética parlamentaria-. Cuando, a causa de la inflación, los precios y los salarios se ajustan ligeramente al alza en términos absolutos, los contribuyentes entran en tramos más altos del IRPF. Sin embargo, al no actualizarse esos tramos en la misma proporción que la inflación, el ciudadano medio termina pagando más, pero sin aumentar su poder adquisitvo real. De hecho, tiene menos.

Explicado para todo el mundo: La inflación acumulada entre 2019 y 2024 fue del 18,9%. Eso quiere decir que las cosas son un 18,9% más caras que en 2019. Los salarios, para compensarlo, han subido, de media, un 17%. Se da aquí una pequeña perdida: Lo que costaba 100 € en 2019 ahora cuesta 118,9 €. Por contra, por cada 100 € que ganabas en 2019, ahora ganas 117 €. El cambio no es dramático, hay una pérdida escasa de poder adquisitivo. Aquí, pero, viene la trampa. La cantidad total de dinero que ganas ha subido, aunque solo en apariencia, puesto que las cosas son más caras y tu eres un poco más pobre. Pero claro, el salario ha subido, así que si tienes mala suerte, saltas de tramo en el IRPF y te cascan más impuestos. Cobras menos dinero real y pagas un procentaje más alto en impuestos, así en resumen.

El resultado: un subidón impositivo que golpea con especial saña a las rentas más bajas. Aquellos trabajadores que antes quedaban exentos de declarar o apenas tributaban ahora ven cómo parte de su modesto aumento salarial se esfuma en forma de retención fiscal. Hacienda somos todos, colega. Todo ello sin debate parlamentario, sin reforma fiscal y, sobre todo, sin transparencia.

El resultado es estupendo para las arcas del Estado. La recaudación de Hacienda solo por IRPF ha subido al 4,2 % respecto el PIB. Más de sesenta y seis mil millones de euros. Un 0.9 % más que antes de la pandemia. La no deflactación del IRPF ha conseguido, a partir del empobrecimiento de la ciudadanía, un incremento de más de catorce mil millones de euros para el fisco. Felicidades.

Guillem Espaulella
Guillem Espaulella
Politòleg per la Universitat Pompeu Fabra.

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