El influencer y estilista brasileño Adair Mendes Dutra Junior, de 31 años, falleció en São Paulo a causa de complicaciones derivadas de una cirugía estética. El procedimiento tenía como objetivo modificar las comisuras exteriores de los ojos para conseguir la popular «foxy eyes» o “mirada de zorro», una tendencia estética promovida en redes sociales.
La cirugía
La intervención quirúrgica se llevó a cabo sin contar con las autorizaciones correspondientes, lo que derivó en una severa infección facial. Según informó el medio británico The Sun, en los días posteriores a la operación, Adair presentó una hinchazón en el rostro y hematomas visibles, señales que él mismo identificó como inusuales y preocupantes.
En varias entrevistas, Adair explicó que estuvo bajo seguimiento de dermatólogos e intentó controlar la infección, que persistía pese a los tratamientos y no mostraba señales de mejora. Con el paso de los días, la infección se agravó y su estado de salud empeoró. Dutra empezó a presentar dificultades respiratorias y fue trasladado de urgencia a un hospital público en São Paulo, donde falleció.
Denuncia
Antes de su muerte, Dutra había presentado una denuncia contra el cirujano que lo operó, identificado como el Dr. Fernando Garbi. Lo acusaba de negligencia médica, ejercicio ilegal de la profesión y lesiones graves.
Su denuncia estaba respaldada por documentación legal, entrevistas, fotografías donde mostraban la hinchazón y testimonios que reforzaban su versión.
Por su parte, el Dr. Fernando Garbi negó tener responsabilidad directa en el fallecimiento de Adair Dutra. Afirmó que no existe un vínculo confirmado entre el procedimiento estético que realizó y la infección que provocó la muerte del estilista.
Despedida
El funeral del influencer se llevó a cabo el 4 de octubre en la Funeraria Velar Morumbi, en São Paulo, y provocó una profunda conmoción entre sus seguidores.
Su fallecimiento ha reavivado el debate en torno a los riesgos de las cirugías estéticas no reguladas y la creciente presión que ejercen las redes sociales para alcanzar estándares de belleza poco realistas.
