Demostración de fuerza en Vistalegre. Alvise Pérez ha llenado el palacio de congresos para afianzar su proyecto político pese al silencio mediático entorno al acto y su convocatoria. El eurodiputado ha llegado bajo gritos de “Presidente”, recordando al estilo Milei y sus ya habituales baños de masas a lo rockstar.
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— El Indignao 🇪🇦 (@_indignaito_) October 12, 2025
El acto no ha sido anunciado por ninguno de los medios convencionales, tampoco ha habido cobertura al respecto. El andaluz lo tiene claro: SALF es un proyecto de Estado, “el futuro de la democracia española”.
El ambiente es festivo. La presencia de Alvise es un caso sin precedentes dentro de la política institucional. Despierta un ánimo muy particular entre sus seguidores, presentándose como una ruptura con los vicios de la vieja política y la prensa oficialista. Su mensaje resuena con mucha fuerza entre un electorado cada vez más hastiado ante la aparente inmovilidad del bipartidismo y aquellos que hasta ahora han gobernado. El PPSOE, dicen sus seguidores. Al mismo tiempo desata críticas entre quiénes consideran que divide todavía más el voto de la derecha o los que le consideran un ultraderechista peligroso admirador de Bukele o Milei. Entre sus propuestas programáticas destacan un plan de deportación masiva de inmigrantes ilegales, un referéndum sobre la UE , una drástica reducción de impuestos o el fin de la financiación pública de los partidos políticos.
Sus constantes polémicas son su fuerza, al menos de cara a su creciente número de simpatizantes. Los constantes escrutinios judiciales y mediáticos a los que es sometido refuerzan una narrativa de outsider enfrentado al sistema, que busca hundirle por miedo al colapso del status quo. Vistalegre nos deja hoy un mensaje: parece que hay Alvise para rato.