El euro digital es un proyecto impulsado por el Banco Central Europeo (BCE) para crear una versión electrónica del dinero público, que funcione como un equivalente digital al efectivo. No pretende reemplazar el euro físico, sino complementarlo, ofreciendo una alternativa de pago digital segura, accesible y con respaldo institucional.
En cuanto a su funcionamiento, el euro digital estaría almacenado en un monedero electrónico gestionado a través de bancos tradicionales o intermediarios públicos autorizados. Con ese monedero se podrían hacer pagos en tiendas físicas, en línea o entre particulares, incluso sin conexión a Internet. Cada euro digital tendría exactamente el mismo valor que un euro en billetes o monedas, y contaría con medidas avanzadas de seguridad, privacidad y regulación bajo la supervisión del Eurosistema.
Respecto al calendario, el proyecto ya se encuentra en la fase de preparación, iniciada en noviembre de 2023, tras varios años de estudios y pruebas técnicas. Durante esta etapa se están definiendo normas, realizando pilotos y consultando con distintos sectores. El BCE espera que para principios de 2026 se alcancen los acuerdos políticos y legislativos necesarios para avanzar a la siguiente fase, por lo que la implantación práctica podría llegar entre 2028 y 2029.
Imposición polémica
Muchos europeos no están de acuerdo con la introducción de esta moneda digital. Sobre todo quienes se oponen a la imposición de la controvertida Agenda 2030. Y, así, en redes sociales circulan todo tipo de mensajes en contra de la nueva moneda. Algunos muy inquietantes, como el transmitido por el vídeo que ha publicado en X el perfil @Agenda2030_.