Amazon -el mayor empleador privado de Estados Unidos-, planea incorporar 600.000 robots adicionales en la próxima década, con el objetivo de automatizar hasta el 75 % de sus operaciones logísticas.
El plan permitiría duplicar sus ventas para 2033 sin necesidad de contratar a cientos de miles de nuevos empleados. En otras palabras: el crecimiento dejará de depender del trabajo humano. Amazon calcula que esta automatización masiva podría ahorrar más de 12.000 millones de dólares anuales y reducir el coste de envío por artículo en 30 centavos. En economías de escala, es una pasta.
La estrategia confirma una tendencia global. La robótica logística se ha convertido en el nuevo estándar industrial. Amazon lleva años desarrollando sus propios sistemas de automatización, como los robots Proteus o Cardinal, diseñados para operar junto a humanos, pero cada vez con menos necesidad de ellos.
El impacto potencial en el empleo es enorme. Según estimaciones de la OCDE, uno de cada cuatro trabajos en el sector logístico es automatizable en la próxima década. Y Amazon, con más de 1,5 millones de empleados en todo el mundo, actúa como faro del modelo que otros gigantes imitarán.
Amazon está reescribiendo el concepto de trabajo; lo que hoy en innovación, en pocos años será la norma en la indústria.