Netflix ha confirmado la renovación por una segunda temporada de la serie “Animal”, creada por Aitor Gabilondo y protagonizada por Luis Zahera y Lucía Caraballo. Esta serie se ha consolidado como la producción más vista en la plataforma de streaming a nivel global.
Desde su estreno, Animal ha logrado posicionarse en el primer lugar de audiencia en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Francia, Grecia, Italia, Polonia y Uruguay, entre otros. Su rotundo éxito ha llevado a Netflix a aprobar una segunda temporada.
El anuncio
La renovación se anunció acompañado de un vídeo que muestra a sus protagonistas participando en un casting de ovejas, aprovechando la Fiesta de la Trashumancia de Madrid, durante la cual numerosos animales atravesaban estos días las calles de la capital.
En el pie de foto del vídeo, Netflix escribe: «Miles de ovejas llegan a Madrid con un sueño: convertirse en estrellas», mientras se muestra cómo los protagonistas favoritos de la serie seleccionan ovejas para la segunda temporada.
“En la segunda temporada de Animal, volvemos a sumergirnos en el fascinante vínculo entre animales y humanos de la mano de Antón y Uxía. No faltan a la cita Kawanda – con sus kawanditos y sus frases de taza – ni el retrato de un mundo rural en lucha constante por sobrevivir. En resumen: más peluditos, más granjas, más Antón y Uxía y, por supuesto, más comedia”, ha adelantado Jota Aceytuno, productor ejecutivo de Alea Media, la productora de la serie.
Datos
Tras debutar en séptimo lugar con 2,9 millones de visualizaciones en su primer fin de semana entre las series no habladas en inglés, en su segunda semana la serie escaló hasta la segunda posición, sumando otros 5,2 millones de visionados. Gracias a esto, se consolidó como una de las más vistas en 44 países, alcanzando el primer puesto en mercados como España, Argentina y Uruguay.
Sinopsis
Animal sigue la historia de Antón (Luis Zahera), un veterinario de la Galicia rural que, debido a la crisis, va perdiendo clientes que ya no pueden costear sus servicios. Ante esta situación, se ve obligado a aceptar un trabajo como veterinario en una tienda y clínica de mascotas donde los clientes tratan a sus animales casi como personas. Adaptarse a esta clientela más sofisticada representa un gran desafío para él, pero también le brinda la oportunidad de acercarse a Uxía, su sobrina y encargada del negocio.