Amazon se reestructura y prescinde de empleos innecesarios en su nueva etapa. La compañía, que ya avanzó el despido de hasta 600.000 empleados a nivel global, ha anunciado que se deshará de 30.000 oficinistas que ya no se adaptan al modelo y envergadura del negocio.
Este ajuste, que representa casi el 10 % de su plantilla corporativa de unas 350.000 personas, refleja una transformación profunda del modelo de negocio de Amazon. Por un lado, la compañía incurrió en un exceso de contrataciones durante la pandemia; por otro, aborda un cambio estratégico que pivota fuertemente hacia la automatización, la eficiencia operativa y la irrupción de la IA.
La reestructuración se extiende a múltiples divisiones: recursos humanos, dispositivos y servicios, operaciones y otras. El objetivo es eliminar capas de supervisión, simplificar la organización y redirigir recursos hacia áreas estratégicas que aceleran la innovación.
Sin ir más lejos, en su unidad de nube, Amazon Web Services -AWS-, recientemente anunció despidos en equipos especializados mientras sigue reportando un crecimiento sólido en ingresos. Tras los útlimos acontecimientos quizás se lo replantean, pero todo apunta a que la automatización guía el camino.
Para los empleados -y gente del resto del mercado laboral-, el mensaje es claro: Hay que adaptarse, no reaccionar. Amazon está priorizando talento que sepa trabajar con IA, incorporar automatización y generar nuevo valor más allá de tareas repetitivas. Y eso lo importarán el resto de empresas.




