Nueva subida de impuestos. El pleno del Àrea Metropolitana de Barcelona -organismo presidido por Jaume Collboni y donde el PSC ocupa el liderazgo del ejecutivo metropolitano- ha aprobado una subida del 3 % en la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos para el próximo ejercicio. Con este incremento la entidad prevé recaudar unos 171,5 millones de euros, pese a que el Ayuntamiento está reduciendo el número de contenedores disponibles en Barcelona.
Además del aumento porcentual, la AMB ha decidido modificar el tramo tarifario para unas 18.000 actividades económicas y comerciales, y también calificar las viviendas de uso turístico como actividad económica, de modo que pasen a pagar la tasa correspondiente. Los negocios que operan en locales arrendados también quedan sujetos al impuesto de actividad.
El organismo justifica la medida en el hecho de que la gestión de «residuos debe cubrir sus costes reales» y que la tasa debe reflejar correctamente la carga económica generada por el tratamiento de residuos.
El porcentaje del alza es moderado, pero incluir «nuevos sujetos pasivos» -lo que viene a ser un impuesto» y eliminar las exenciones hace que la subida tenga un impacto más amplio de lo que parecer a simple vista. La medida no solo incrementa la cuantía para muchos contribuyentes sino que también amplía la base que paga la tasa. En un contexto de presión fiscal al alza, mayor escrutinio gubernamental de las finanzas y un clima microecnómico adverso, la noticia es recibida con más bien poca ilusión.




