Junts no da pie con bola. Josep Rull ha intentado apaciguar las críticas contra su figura tras su desafortunado incidente con Sílvia Orriols. El presidente del Parlament ha reconocido en La 2 que su gesto de señalar con el dedo a la diputada fue “inadecuado” y pide disculpas públicas. “La gestualidad del dedo no me gusta haberla hecho. Si se sintió afectada, lo reconozco y pido disculpas”.
Assenyalar amb el dit és un gest que sempre hem d’evitar, especialment quan es representa un paper d’alta carrega institucional. En un espai farcit de càmeres hauria estat millor reservar el moment per la intimitat del despatx. Un mal dia pel president Rull. #compol #BodyLanguage pic.twitter.com/OzHdfIP046
— Spindoctors.cat (@Spindoctors_cat) October 23, 2025
Rull se disculpa por las formas, pero no se baja del burro. Justifica que su actitud surgió de su compromiso por «la defensa de la convivencia» y ha cargado con ensañamiento contra el discurso de Aliança Catalana: “profundamente deshumanizadores”. No tiene nada que ver con que su partido sea el principal damnificado por el ascenso de Aliança, claro.
El episodio que originó la polémica se produjo durante un pleno en el que Orriols denunciaba la falta de libertad de expresión en el Parlament. Rull la interrumpió en varias ocasiones y, al finalizar la sesión, la señaló agresivamente con el dedo en una conversación privada. Si tan deshumanizadoras le parecen las tesis de Orriols, sin embargo, quizás su partido debería dejar de replicarlas punto por punto.
La “censura selectiva” que Orriols denuncia contra su grupo no parece del todo inverosímil. En este episodio en concreto, se la interrumpió por usar calificativos menos denigrantes que los que ella misma había recibido hacía escasos minutos sin ninguna acción por parte de la Mesa.
Pese a las disculpas, Rull mantiene el cordón sanitario contra Aliança Catalana.





 
                                    


