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El alquiler se come el sueldo: cuatro de cada diez inquilinos al límite

El IX Informe FOESSA sitúa al 45% de quienes viven de alquiler en riesgo de pobreza y exclusión, mientras el Banco de España constata un sobreesfuerzo récord.

El alquiler se come el sueldo: cuatro de cada diez inquilinos al límite
El alquiler se come el sueldo: cuatro de cada diez inquilinos al límite

El alquiler se come el sueldo: cuatro de cada diez al límite — Los datos de FOESSA y del Banco de España apuntan a sobreesfuerzo histórico y riesgo de pobreza elevados entre los inquilinos, con revisiones limitadas por el IRAV.

Casi cuatro de cada diez hogares que viven de alquiler destinan más del 40% de su renta disponible a la vivienda, incluidos suministros. La cifra, que el Banco de España sitúa en niveles altos para el estándar europeo, se cruza ahora con el nuevo diagnóstico de la Fundación FOESSA y Cáritas, que alerta de que el 45% de la población que alquila está en riesgo de pobreza y exclusión social. Según el documento del supervisor (octubre de 2024) y el resumen del IX Informe FOESSA (octubre–noviembre de 2025), la presión del alquiler se concentra en grandes áreas urbanas y en hogares con rentas bajas, jóvenes y población extranjera.

El dato de sobreesfuerzo del Banco de España —el porcentaje de inquilinos que sobrepasan el umbral del 40% de ingresos en costes de vivienda— se ha mantenido elevado entre 2015 y 2023 y “destaca” en comparación con Italia, Francia o Alemania. La institución atribuye el fenómeno a un aumento de la demanda por factores demográficos y laborales, y a una oferta que crece “a ritmo insuficiente” por el auge de alquileres turísticos y de temporada, un parque público reducido y la baja presencia de oferta institucional.

Por su parte, el IX Informe FOESSA —presentado esta semana— precisa que “el 45% de la población que vive en régimen de alquiler se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, la cifra más alta de la UE” y que, entre los hogares con menores ingresos, la carga del alquiler alcanza el 43,1% de su renta. Es decir, los más vulnerables pagan proporcionalmente más por vivir bajo techo.

Contexto y cifras clave

  • El Banco de España detalla que la sobrecarga del gasto en alquiler golpea a jóvenes, asalariados temporales y desempleados, y se intensifica en zonas turísticas y grandes capitales. La recomendación del organismo pasa por ampliar la oferta (parque público y estímulos a nueva vivienda en alquiler) y evitar intervenciones de corto alcance que generen “efectos indeseados”.
  • FOESSA vincula la tensión del alquiler con la cronificación de la vulnerabilidad, la precariedad laboral y la pérdida de poder adquisitivo; la combinación empuja a parte de los inquilinos por debajo del umbral de pobreza tras pagar vivienda y suministros.

Medidas en vigor y límites
Desde enero de 2025, la actualización anual de muchos alquileres se rige por el Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV) del INE, que ha oscilado del 2,19% en agosto al 2,22% en septiembre, y se aplica a contratos firmados desde mayo de 2023. El objetivo declarado es acotar subidas y dar previsibilidad. Sin embargo, el tope de revisión no actúa sobre los precios de salida ni sobre la escasez de oferta, que son los vectores que explican el esfuerzo récord.

Diferencias de cifras y qué miden
En las últimas horas se han difundido titulares que apuntan a que “más del 40% de los inquilinos vive en riesgo de pobreza”. A la luz de los documentos oficiales, conviene distinguir indicadores:

  • Sobreesfuerzo del 40% (Banco de España): porcentaje de hogares de alquiler que dedican >40% de ingresos a vivienda y suministros; es un indicador de carga de costes.
  • Riesgo de pobreza y exclusión (FOESSA): porcentaje de población inquilina en AROPE (ingresos, privación y baja intensidad laboral). FOESSA cuantifica el 45%. Telemadrid ha difundido un 40%, un nivel más bajo que el del informe base; la cifra exacta es no confirmada y depende de fuente y metodología (FOESSA: 45%; coberturas de prensa: en torno al 40%).

Implicaciones de política pública
Más allá de los topes de actualización, los datos empujan a un debate de fondo: cómo aumentar oferta y ajustar la política de vivienda a perfiles con ingresos volátiles y bajos salarios. El Banco de España subraya que el parque público de alquiler en España es reducido y que la oferta privada está muy atomizada en manos de pequeños propietarios, lo que limita elasticidades y reduce la profesionalización del mercado. La Comisión Europea ha pedido reforzar la vivienda asequible y agilizar licencias de construcción; sin suelo, inversión y seguridad jurídica, la presión persistirá.

Panorama inmediato
A corto plazo, las familias con contratos recientes verán limitadas sus revisiones al ritmo del IRAV. Para los inquilinos en barrios tensionados, la situación dependerá de la disponibilidad real de vivienda y de la capacidad de contención de precios de salida. Para los hogares de rentas bajas, la combinación de alquiler alto y salarios modestos deja poco margen para imprevistos, como ya advierte FOESSA.

El diagnóstico converge: el alquiler presiona más a quienes menos tienen y se agrava donde la oferta no crece. El IRAV modera las revisiones, pero la clave —como admiten los propios técnicos— pasa por ampliar parque asequible, reducir cuellos de botella urbanísticos y asegurar reglas estables que incentiven nueva oferta.

En paralelo, será determinante evaluar el impacto real de cada medida y publicar datos comparables para no confundir “sobreesfuerzo” con “pobreza”, dos termómetros distintos de la misma fiebre.

Ignasi Boltó
Ignasi Boltó
Vídeorealizador, Youtuber y Asesor de Comunicación. A favor de una sociedad abierta y tolerante.

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