Violeta Magriñán ha contado en sus redes sociales que se ha visto obligada a pagar al Ayuntamiento de Madrid la suma de 10.000 euros en multas de tráfico, una cantidad que, según ha explicado, incluye varios miles de euros en intereses por demora.
Redes Sociales
Violeta ha compartido a través de redes su indignación por lo sucedido. “Hola. ¿Puede terminar ya el día de hoy? Gracias”, comenzaba diciendo. A continuación, explicaba el motivo de su enfado: “Hoy he pagado la friolera de 10.000 euros en multas de tráfico del Ayuntamiento de Madrid. Diez mil euros en sanciones acumuladas durante los ocho años que llevo viviendo en la capital”.
Según ha explicado, la mitad de esa cantidad corresponde a intereses por demora, un detalle que ha descubierto recientemente. “Resulta que las multas de tráfico me llegaban al primer piso en el que viví en Madrid y nadie me lo notificó hasta hace tres meses”, ha relatado.
Reacción
Las declaraciones de Magriñán rápidamente se hicieron virales, generando un gran número de mensajes de apoyo por parte de sus seguidores. Horas más tarde, la propia Violeta reapareció para aclarar la situación y tranquilizar a quienes le habían mostrado su preocupación. «Os veo preocupados y no me consuela, porque muchos me habéis escrito para contarme qué os ha pasado igual o incluso peor. No me consuela saber que no soy la única», reconocía.
La sanción
El origen de la sanción se remonta a un error administrativo relacionado con sus sucesivas mudanzas en la ciudad. Durante años, las notificaciones se enviaban a una vivienda en la que ya no residía, lo que provocó que las multas se acumularan sin que ella tuviera conocimiento. «He tenido suerte porque muchos me habéis contado que os han ido embargando la cantidad poco a poco, y yo he podido afrontarla de una vez y así dejar de generar intereses», añadió la influencer.
«Evidentemente, me río por no llorar. La culpa es mía. No me he quejado porque no sea culpa mía. Simplemente que muchas de estas cosas se podían haber evitado habiéndome enterado de dónde estaba recibiendo las multas. Encima me llegaban a dos domicilios distintos», lamentó.
A pesar del contratiempo, Violeta ha optado por aprender de la experiencia y seguir adelante con normalidad.
