Cataluña ya tiene casi la mitad de sus jóvenes nacidos fuera — El INE e Idescat confirman el giro demográfico y el envejecimiento.
En Cataluña, la foto demográfica de 2025 deja poco margen para la interpretación: casi la mitad de la población joven-adulta ya no ha nacido en España. Según la última Estadística Continua de Población (ECP) del Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos a 1 de octubre de 2025, el 46,9% de los residentes en Cataluña de entre 25 y 39 años es población nacida en el extranjero, lo que supone 724.631 personas en esa franja de edad.
Este mismo informe eleva a algo más de 2,1 millones el número total de residentes nacidos fuera de España en Cataluña, lo que representa ya el 25,8% de la población del territorio. El conjunto de habitantes alcanza los 8.186.259, con un aumento aproximado del 1,2% en un año, impulsado sobre todo por la llegada de nuevos residentes nacidos en el extranjero.
DADES | El 47% (724.631) dels residents a Catalunya d'entre 25 i 39 anys són nascuts a l'estranger, segons l'estimació de població més recent publicada per l'INE https://t.co/1bWvcUWOtV pic.twitter.com/gvrDpUwcga
— ACN – Agència Catalana de Notícies (@agenciaacn) November 11, 2025
En paralelo a este aumento, los indicadores de edad confirman una sociedad más envejecida y con menos niños, una combinación que tensiona la sostenibilidad de las políticas públicas a medio y largo plazo. Los menores de 15 años caen por primera vez por debajo del 13% del total de la población catalana, mientras que los mayores de 65 años alcanzan el 19,9%, prácticamente uno de cada cinco residentes, máximos de toda la serie histórica desde los años ochenta.
Un cambio rápido en pocos años
Los datos recientes del INE no describen una fotografía aislada, sino la última escena de un proceso que se acelera desde hace más de un lustro. En sólo seis años, el peso de la población nacida fuera de España en Cataluña ha pasado de alrededor del 19% a ese 25,8% actual, según las estimaciones oficiales integradas en la ECP y en las series de población de Idescat.
El aumento se concentra, sobre todo, en edades de plena actividad laboral, entre los 25 y los 39 años. Se trata de una franja clave para el mercado de trabajo, el consumo y la formación de hogares, pero también para el sostenimiento del sistema de pensiones y de la protección social. Que casi uno de cada dos residentes en esa edad haya nacido fuera de España sitúa a Cataluña en un escenario de cambio demográfico estructural, no de ajuste coyuntural.
En la práctica, Cataluña se convierte en uno de los territorios donde el cambio de composición de la población —por origen y por edad— se hace más visible y medible en las estadísticas oficiales. La cuestión ya no es si este cambio existe, sino cómo se gestiona desde las políticas públicas y desde el tejido social y económico.
Los últimos registros de población confirman que Cataluña avanza hacia un escenario demográfico marcado por tres rasgos: más población total, más peso de los nacidos en el extranjero en edades de plena actividad y más envejecimiento en los tramos altos de la pirámide. El dato de que casi la mitad de los residentes de 25 a 39 años haya nacido fuera de España consolida una transformación silenciosa que lleva años en marcha y que ahora se refleja con toda claridad en las cifras oficiales.
En los próximos meses, las nuevas actualizaciones del INE y de Idescat permitirán seguir la evolución de estas tendencias y comprobar si el peso de la población nacida en el extranjero continúa creciendo al ritmo actual o se estabiliza.
Mientras tanto, el debate político y social sobre cómo gestionar este cambio tendrá que apoyarse en datos como los conocidos esta semana y no sólo en percepciones o relatos interesados.





