Agentes de la Policía de la Generalitat – Mossos d’Esquadra de la Policía Marítima y de la Unidad Central de Patrimonio Histórico detuvieron a dos hombres acusados de un delito contra el patrimonio histórico, tras ser sorprendidos in fraganti cuando expoliaban una zona del fondo marino próxima a una playa del Tarragonès.
El operativo tuvo lugar el pasado 28 de octubre de 2025, cuando una patrulla de la Policía Marítima que navegaba por la fachada litoral observó a un hombre con traje de neopreno realizando actividades sospechosas en el agua. Al indicarle que saliera a la superficie, el individuo hizo caso omiso, por lo que los agentes solicitaron el apoyo de la embarcación de la unidad.
Detector de metales
Cuando el buceador finalmente salió del agua, portaba un detector de metales subacuático, una herramienta incompatible con la pesca submarina y orientada a localizar objetos enterrados en la arena marina.
Un escudo de cobre
Los agentes acompañaron al hombre hasta su vehículo para verificar su identidad. Allí encontraron a un segundo individuo que, al ver a la policía, trató de esconder una bolsa. En su interior había anillos, 46 monedas, un escudo de cobre y otros objetos metálicos con claros signos de haber estado sumergidos en el mar.
El registro del coche reveló un segundo detector de metales y un sedazo utilizado para cribar arena y separar objetos. Todo el material intervenido fue trasladado a la Unidad Central de Patrimonio Histórico para su análisis.
Tras la detención, efectivos del Área Marítima inspeccionaron el punto donde había sido visto el buceador. Allí localizaron restos de madera y estructuras pertenecientes a una embarcación hundida no documentada, lo que confirma que la zona tiene un alto valor arqueológico.
Gran potencial patrimonial
Según los Mossos, los dos hombres estaban expoliando un área con gran potencial patrimonial, situada a escasos metros de un yacimiento subacuático protegido y pendiente de estudio científico.
Las primeras pesquisas revelan que al menos uno de los detenidos ya había sido investigado por hechos similares en 2024, lo que confirma que conocían la legislación que prohíbe el expolio subacuático.
El Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC) ha iniciado un estudio para determinar la antigüedad y relevancia histórica del área, así como la posible relación entre los objetos recuperados y la embarcación localizada.
La investigación continúa abierta y no se descarta la existencia de otros grupos especializados en expoliar restos arqueológicos en antiguas zonas de fondeo del litoral catalán.
