La Guardia Urbana alza la voz contra Collboni. La policia local denuncia una situación de «abandono» y señalan que la decisión de no adquirir las esperadas pistolas táser —y la paralización del reglamento que debía regular su uso— deja al cuerpo sin herramientas clave para hacer frente a escenarios de peligrosidad.
El plan original, presentado por el Ejecutivo municipal, contemplaba la compra de 22 pistolas DCE (dispositivos conductores de energía) para la Guardia Urbana, con vistas a desplegarse en 2026. Sin embargo, el reglamento para su uso quedó bloqueado en el pleno del 27 de junio de 2025 al no obtener los apoyos suficientes: únicamente el PSC y el PP respaldaron la normativa, mientras que los grupos Junts per Catalunya, Barcelona en Comú y Esquerra Republicana de Catalunya la rechazaron.
Desde la Guardia Urbana se afirma que “no es normal que no podamos disponer de medios no letales que ayuden a protegernos en la calle”. Los agentes alertan de que la sensación de inseguridad se agrava cuando se enfrentan a situaciones de violencia o agresión sin ese respaldo tecnológico.
La Guardia Urbana reclama no solo la adquisición del material prometido, sino también una estrategia clara de seguridad que incluya diálogo con los sindicatos y acuerdos con los grupos municipales.





