Las dos policías autonómicas con competencias han hecho públicos datos oficiales desglosados por nacionalidad y el resultado es prácticamente calcado: tanto en Catalunya como en el País Vasco, los extranjeros representan en torno al 65% de las detenciones, pese a no llegar al 18% de la población en ninguna de las dos regiones.
En Catalunya, el balance oficial de criminalidad de los Mossos d’Esquadra correspondiente a todo 2024 registra 46.996 detenciones, de las cuales el 65,5% -30.782- son personas de nacionalidad extranjera. La nacionalidad más repetida es la marroquí (9.495 detenciones, el 20% del total), seguida de argelina, rumana, colombiana y peruana. En robos con violencia la proporción de extranjeros sube al 65,8% y en delitos sexuales al 51%. Entre los 637 multirreincidentes (más de 7 detenciones en el año), el 57,5% son magrebíes.
En el País Vasco, el primer informe oficial de la Ertzaintza con este desglose —publicado el 11 de noviembre de 2025— cubre los nueve primeros meses del año y suma 5.230 detenciones, de las que el 64,2% (3.358) corresponden a extranjeros. Con solo un 14-14,8% de población extranjera, la sobrerrepresentación es aún mayor (4,6 veces su peso demográfico). Los magrebíes acumulan 2.223 detenciones, casi las mismas que todos los españoles juntos (2.266). En robos con violencia, el 82% de los detenidos son extranjeros (293 magrebíes de 437) y en agresiones sexuales el 68%.
Ambas policías señalan el mismo perfil: varón joven magrebí y multirreincidente en delitos contra el patrimonio y violentos. A pesar de las diferencias demográficas y de período analizado, las cifras son prácticamente idénticas y confirman una tendencia que durante años había permanecido oculta. La publicación pionera de estos datos abre de nuevo el debate sobre inmigración, integración y seguridad ciudadana en España.





