La Agència Catalana de Notícies (ACN), entidad pública dependiente de la Generalitat, se encuentra en el ojo del huracán por un artículo que acusa a Aliança Catalana (AC) de «aparcar la lucha por la independencia» en su primer año y medio en el Parlament. El artículo, publicado el 30 de noviembre de 2025, ha desatado acusaciones de manipulación y sesgo político, cuestionando la neutralidad de una agencia financiada con fondos públicos.
Aliança Catalana aparca la lluita per la independència en el seu primer any i mig al Parlament. El partit no ha presentat cap moció per exigir un estat propi i ha esmenat majoritàriament propostes de Vox https://t.co/tyyGRRIQd4
— ACN – Agència Catalana de Notícies (@agenciaacn) November 30, 2025
La ACN sostiene que AC “no ha presentado ninguna moción para exigir un estado propio” y que su actividad se limita a enmiendas a propuestas de Vox. Sin embargo, el registro oficial del Parlament demuestra lo contrario:
- Noviembre 2024: resolución para levantar la suspensión de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de 2017.
- Junio 2025: moción para convocar un referéndum de autodeterminación vinculante.
- Septiembre 2025: proposición de ley para la desconexión unilateral.
Todas estas iniciativas aparecen en el portal del Parlament, pero parece que la ACN las ignora por completo, centrándose exclusivamente en las 28 enmiendas a mociones de otros grupos, la mayoría sobre inmigración.
Estos hechos, ignorados por la ACN, sugieren un sesgo selectivo, en un contexto donde AC crece en sondeos del CEO, empatando con Junts. La agencia, creada en 1999 como servicio público, depende de presupuestos de la Generalitat, lo que aviva críticas sobre su imparcialidad.
Nota de la comunitat a l'edat d'or del periodisme nostrat.
— Miquel (@MACanadell) November 30, 2025
Que si, que es venen més periodistes que diaris.#SalvemCatalunya amb @CatalunyaAC https://t.co/O2FC1VcVHK
Així potser s’entén millor… https://t.co/IBniQKStNE
— Sergi Maraña (@SergiMaranya) November 30, 2025
Cuando la agencia oficial de la Generalitat tiene que ser corregida por una nota de comunidad de X y por el registro del Parlament, algo falla gravemente. La ACN no solo pierde credibilidad; demuestra que los medios públicos se han convertido en una herramienta del establishment para frenar a quien desafía su hegemonía. Si la Generalitat no garantiza neutralidad, el independentismo se fragmentará aún más. La verdad parlamentaria prevalece: es hora de fiscalizar quién narra nuestra historia.





