El hotel Shangri-La de París volvió a convertirse en el escenario del Baile de Debutantes, conocido como Le Bal. Un encuentro que congrega a miembros de familias aristocráticas y figuras destacadas del mundo empresarial y artístico.
En la velada, que tuvo lugar el sábado por la noche, participaron diecinueve jóvenes de entre 17 y 22 años, quienes deslumbraron con vestidos de alta costura y elegantes joyas. La representación española estuvo a cargo de Eulalia de Orleans-Borbón y Almudena Dailly de Orleans, ambas ahijadas del rey Juan Carlos.
Una gala benéfica
La gala posee un destacado carácter benéfico. En esta edición, los fondos recaudados se destinaron al Hospital Infantil Maria Fareri de Nueva York, referente en investigación del cáncer pediátrico, y a la Asociación para la Investigación en Cardiología desde Fetos hasta Adultos (ARCFA) del Hospital Necker-Enfants Malades de París, el mayor centro europeo especializado en el tratamiento de cardiopatías infantiles.
Representación española
Entre las debutantes de este año destacaron dos jóvenes con vínculos directos con la realeza española: Eulalia de Orleans-Borbón y Almudena Dailly de Orleans.
Eulalia, hija del empresario Álvaro de Orleans-Borbón (primo lejano del rey Juan Carlos), es influencer y estudia Economía y Finanzas en St. Andrews (Escocia). Para la ocasión, eligió un elegante diseño de Tony Ward, que combinó con una tiara de V Muse. Su ‘cavalier’ fue Albert Windsor, nieto del duque de Kent, reforzando el carácter real de la noche.
Por su parte, Almudena Dailly de Orleans, hija de Pierre-Louis Dailly y la princesa Adelaida de Orleans, rindió homenaje a su madre con un vestido palabra de honor de Christian Dior, la misma firma que la vistió en su boda en Sevilla en 2002. Completó su look con un espectacular collar y llegó acompañada por su hermano Diego, quien ejerció de caballero.

Alta costura
Cada debutante confió en una casa distinta de alta costura, creando un mosaico de estilos. Carolina B. Lansing, nieta de Carolina Herrera, rindió homenaje a su abuela con un vestido de lunares diseñado por Wes Gordon, director creativo de la firma. Carolina eligió como ‘cavalier’ a su hermano pequeño, Marcus.

Eugenia de Hohenzollern, hija de los príncipes Alberto y Natalia de Hohenzollern, optó por un diseño de Sporting Natan; Joséphine Haas deslumbró con un impresionante vestido de Guo Pei; Gabrielle Janssens de Balkany confió en la delicadeza romántica de Luisa Beccaria; y Ruby Kemper apostó por Chrome Hearts.

También destacaron Eliza Lindroth, vestida por Rick Owens; Lady Araminta Spencer-Churchill, hija del duque de Marlborough, que lució un Armani Privé; y Eirini Zarifi, con un diseño de Deborah Milner. Sarah Bae se inclinó por un modelo de Óscar de la Renta, mientras que Isabelle von Perfall, hija del barón Alexander von Perfall, eligió un vestido de Monique Lhuillier.
Exclusividad
A diferencia de otros bailes internacionales, en Le Bal no existe la posibilidad de adquirir una entrada: la asistencia es exclusivamente por invitación, emitida por Ophélie Renouard. Los patrocinadores asumen los gastos de la velada, evitando que se convierta en un evento comercial y reforzando su exclusividad.
Desde 2018, el hotel Shangri-La es el escenario de Le Bal. Ubicado en el distrito 16 de París, el edificio fue en su día la residencia del príncipe Roland Bonaparte y hoy está declarado monumento histórico. Sus salones con vistas a la Torre Eiffel, su restaurante con estrella Michelin y su atmósfera palaciega lo convierten en el escenario ideal para una noche que fusiona tradición, moda y filantropía.
Tradición
El Baile de Debutantes nació en Inglaterra en el siglo XVIII como una ceremonia para presentar en sociedad a las jóvenes en edad casadera. Francia lo adoptó entre 1957 y 1973, hasta que Ophélie Renouard lo rescató dos décadas más tarde. Hoy, Le Bal apuesta por la diversidad de nacionalidades y por el empoderamiento de las nuevas generaciones.
Le Bal es un evento que aspira a transmitir valores de solidaridad y unión entre culturas. Las debutantes, procedentes de hasta doce países, encarnan a una nueva generación que irrumpe en la sociedad con un espíritu cosmopolita, abierto y comprometido.
El Baile de Debutantes 2025 volvió a confirmar por qué sigue siendo una de las citas más esperadas del calendario social. Una velada que combina glamour, tradición y solidaridad, y que este año brilló con un marcado acento español gracias a la presencia de Eulalia de Orleans-Borbón y Almudena Dailly de Orleans.





