Cataluña ha registrado un descenso global de la criminalidad durante los tres primeros trimestres de 2025, pero los delitos de mayor impacto continúan al alza y preocupan a los cuerpos policiales. Según los últimos datos del Ministerio del Interior, entre enero y septiembre se contabilizaron 375.413 infracciones penales, un 2,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. Los delitos convencionales descendieron un 2,4% y los ciberdelitos un 5%, confirmando la tendencia general a la baja.
Esta reducción contrasta con el notable aumento de delitos graves. Los relacionados con la libertad sexual se han disparado un 8,3%, hasta los 3.578 casos. Dentro de este grupo, las agresiones sexuales con penetración crecieron un 8,8% y el resto de agresiones y abusos, un 8%. Fuentes policiales atribuyen este incremento, en parte, a un mayor número de víctimas que deciden denunciar y a los recientes cambios en el Código Penal, que han modificado la tipificación de diversas conductas.
También aumentan los robos violentos, que alcanzan los 18.820 hechos (+1,4%), y el narcotráfico, que crece con fuerza un 13%. Los robos de vehículos suben ligeramente hasta los 6.433 casos. Por el contrario, los delitos más frecuentes registran un retroceso claro: los hurtos caen un 2,8% y se sitúan en 123.324, mientras que los robos con fuerza descienden más de un 11% en domicilios y un 13% en el conjunto de inmuebles. Los homicidios consumados también bajan de forma notable, un 25%, aunque las tentativas solo retroceden un 1,4%, una cifra que, según los investigadores, refleja la persistencia de incidentes graves con armas blancas y de fuego.
En Barcelona, la criminalidad global se reduce un 4%, con 128.640 hechos registrados. No obstante, la capital catalana experimenta un notable incremento de las tentativas de homicidio y asesinato, que suben un 35%. El tráfico de drogas también crece de manera significativa (+31,6%), igual que los delitos sexuales (+10,4%) y los robos con violencia (+1,9%). En cambio, los hurtos, aunque siguen siendo el delito más común, bajan un 2,5%, y los robos con fuerza se desploman un 31,7%.
La fotografía que dibujan los datos es clara: aunque desciende el volumen total de infracciones, los delitos más graves y de mayor impacto social continúan creciendo y mantienen la preocupación de las fuerzas de seguridad.





