En los últimos días, Alessandro Lecquio ha acaparado titulares tras su inesperado despido de Mediaset. A raíz de la entrevista concedida por Antonia Dell’Atte, en la que relató varios de los difíciles episodios que vivió junto al excolaborador televisivo.
Ahora, la modelo Alba Carrillo ha celebrado el despido del colaborador, afirmando que ella también fue una de sus «víctimas». Además, ha destacado que «ha hecho daño a muchísimas mujeres».
Su opinión
La colaboradora de ‘D Corazón’ aprovechó su reciente aparición en el plató para reivindicar la necesidad de un cambio en la manera de hacer televisión, erradicando determinadas actitudes y comportamientos.
Según su opinión, Lecquio «ha hecho daño a muchísimas mujeres», y el despido de Mediaset constituye una consecuencia lógica del testimonio ofrecido hace unas semanas por Antonia Dell’Atte. Alba Carrillo añadió: «Ya basta de dar cabida a la idea de que las mujeres falsifican denuncias. Son muy pocas las que lo hacen».
Su experiencia
La modelo ha querido hablar de su propia experiencia con Alessandro Lecquio. Ha destacado que ella misma se considera «una de las víctimas» y ha recordado que, durante su etapa en Sálvame, vivió episodios muy desagradables junto a él. Según su relato, el colaborador llegó a insinuar que ella ejercía la prostitución. Aun así, explicó que decidió no llevar aquel episodio más lejos «por respeto» a la situación que atravesaba entonces Álex, el hijo de Lecquio y Ana Obregón, un gesto que describió como «un acto de humanidad».
Su mensaje
Sin querer profundizar más en el conflicto, Alba Carrillo recordó que «el maltrato de género existe, aunque algunos partidos no lo quieran reconocer», señalando además que es una realidad que no distingue entre clases sociales ni niveles culturales. «Esto nos abarca a todas», resumió.
Para ella, resulta fundamental que todas las cadenas de televisión refuercen sus códigos éticos para evitar manifestaciones y comportamientos que vulneren la dignidad y los derechos de las mujeres.
El despido
El despido de Lecquio de Mediaset se interpreta como una señal de cambio. Más que la simple marcha de un colaborador, representa un escrutinio creciente sobre quienes ocupan la pantalla y de una posible revisión de las dinámicas de poder que han marcado la televisión durante décadas.
Entre reacciones, críticas y nuevas dudas, lo único claro es que este episodio está lejos de haberse cerrado.





