Durante más de 50 años he vivido de cerca la realidad del mar, los problemas de la flota y las necesidades reales de los pescadores. He visto temporales, crisis, reconversiones y momentos durísimos. Pero nunca había visto una agresión tan directa y tan injustificada como la que llega hoy desde Bruselas.
La propuesta de limitar la pesca de arrastre a 130 días al año no es solo un error: es un ataque frontal que puede liquidar definitivamente a la flota catalana y española del Mediterráneo.
1. Bruselas legisla desde un despacho, desconectada del mar
Los eurodiputados que se llenan la boca hablando de “sostenibilidad” y muchos no han pisado jamás una lonja. Desconocen —o prefieren ignorar— que en el Golfo de León se pierden 30 o 40 días al año por temporales. Hablar de 130 días es, en la práctica, dejar a los pescadores con menos de 100 días reales de trabajo.
2. Menos de 180 días significa cierre. Y TODO el mundo lo sabe
Para que un barco sea viable, para pagar gasoil, seguros, mantenimiento y una tripulación digna, se necesitan mínimo 180 días. Esto no es opinable: son números. Son cuentas. Son vidas.
3. La ciencia contradice a Bruselas, pero la ideología se impone
Los informes de ICATMAR, IFREMER, CGPM y otras instituciones confirman mejoras claras en merluza y gamba, y una presión pesquera mínima. Pero en Bruselas manda un dogma: “no al arrastre”.
4. Francia e Italia reciben guante blanco. España recibe el palo más duro
Mientras Francia e Italia obtienen trato flexible, a España se le aplica el criterio más severo.
5. ¿Y dónde está nuestro Gobierno? ¿Dónde está el ministro Planas?
El ministro Luis Planas y su equipo han fracasado en la defensa del sector. Ni uñas, ni dientes, ni firmeza. De estos suspiros de incapacidad saldrán tempestades.
6. Eurodiputados ausentes
Muchos eurodiputados españoles votan sin informarse o directamente ni aparecen.
CONCLUSIÓN
La reducción a 130 días es una sentencia de muerte para la pesca mediterránea. La cifra mínima para mantener viva la flota es 180 días.





