En pleno debate sobre la sostenibilidad del periodismo ante el auge más disparado de las redes como sustitorias del medio y los cambios en las dinámicas de priorización digital, la Generalitat ha resuelto las subvenciones estructurales a medios informativos digitales privados en catalán o aranés para 2025. La resolución, publicada en el Diari Oficial de la Generalitat, muestra incrementos muy significativos para algunos de los principales beneficiarios.
Según la resolución oficial PRE/1406/2025, los mayores aumentos son para:
• Diari Ara: 157.042,30 € (+44,1% respecto a 2024)
• Nació Digital: 196.527,59 € (+20,1%)
• VilaWeb: 112.483,93 € (+12,7%)
• El Nacional: 191.796,24 €
• Regió7: 90.462,06 € (+41,9%)
• Diari de Girona: 109.904,50 € (+26,4%)
Todas las cuantías y la comparativa con años anteriores pueden consultarse directamente en el Portal de Transparencia de la Generalitat y en la convocatoria oficial de las ayudas.
El conjunto de estas subvenciones supera los 2,1 millones de euros anuales solo en la línea estructural, sin contar publicidad institucional ni ayudas por proyectos específicos (que en 2024 añadieron otros 3 millones). Además, la convocatoria limita expresamente los beneficiarios a medios privados que publiquen mayoritariamente en catalán o aranés, lo que deja fuera automáticamente a la mayoría de digitales independientes en castellano o bilingües, aunque tengan mayor audiencia en Cataluña.
El detonante de la polémica fue este tuit publicado el 4 de diciembre por @l_alternatiu
En pocas horas superó las 18.000 visualizaciones y cientos de respuestas, con acusaciones de “financiación opaca a medios afines” y críticas a la exclusión de otros digitales independientes. El debate sigue activo.
🚨💵 ÚLTIMA HORA | Ja coneixem les subvencions estructurals atorgades enguany per la Generalitat de Catalunya a mitjans de comunicació d'edició digital: pic.twitter.com/FhcyIP1g0m
— L'Alternatiu (@l_alternatiu) December 4, 2025
Aunque las bases aseguran criterios objetivos (audiencia, calidad editorial, uso del catalán), los fuertes incrementos selectivos, la barrera lingüística y la concentración de fondos en los mismos nombres de siempre alimentan la percepción de un sistema diseñado más para premiar lealtades que para garantizar pluralismo real.
En un ecosistema mediático ya de por sí frágil, seguir repartiendo millones de euros públicos sin auditorías externas ni mecanismos que incluyan a toda la prensa catalana —sea cual sea su lengua— solo profundiza la desconfianza ciudadana y debilita la propia legitimidad del Govern.





