El 4 de diciembre de 2025, la Casa Blanca publicó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Este documento oficial anual de 33 páginas, firmado personalmente por el presidente Donald Trump, define las prioridades de su doctrina “America First” para el segundo mandato: foco en el Hemisferio Occidental, lucha contra el narcotráfico y menor implicación militar en Europa.

En este contexto de reorientación estratégica, Trump dirige una advertencia histórica al Viejo Continente: “la civilización occidental europea corre el riesgo de desaparecer en los próximos 20 años” si no se revierte la combinación letal de bajísima natalidad, inmigración masiva sin integración y pérdida de soberanía ante la UE. Trump evoca ideas ya expuestas por JD Vance en Múnich y diagnostica un declive cultural que supera incluso la crisis económica.
El colapso demográfico
Los datos oficiales son implacables. En 2023, la tasa de fertilidad de la UE se hundió hasta 1,38 hijos por mujer, el mínimo histórico desde 1961. Nacieron 3,67 millones de niños, pero fallecieron 4,2 millones: un déficit natural de -2,6 ‰. España, con solo 1,12 hijos por mujer y un crecimiento económico insuficiente para compensar el envejecimiento, ilustra perfectamente el problema, agravado por un PIB per cápita rezagado un 12% respecto a la media europea. Trump subraya cómo esta «caída de las tasas de natalidad» erosiona la base misma de la identidad europea, dejando cunas vacías que aceleran la transformación demográfica.
La inmigración sin control
Eurostat contabilizó 4,3 millones de llegadas de ciudadanos no comunitarios en 2023. Sin políticas de integración efectiva ni límites claros, este volumen masivo acelera la transformación cultural y demográfica que Trump califica de “aniquilación civilizatoria”. El documento denuncia cómo estas «políticas migratorias conflictivas» diluyen identidades nacionales, crean tensiones sociales y amenazan con hacer que algunos países de la OTAN sean “mayoritariamente no europeos” en décadas.
El camino propuesto por Trump
La Estrategia elogia el auge de los “partidos patrióticos” y aboga por alianzas con líderes como Giorgia Meloni, Viktor Orbán o Santiago Abascal para recuperar el control de las fronteras, impulsar la natalidad mediante incentivos familiares y devolver la soberanía a los Estados nacionales. Estados Unidos, afirma, debe “ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual” fomentando la resistencia interna contra la “asfixia regulatoria” de la UE y la censura de la libertad de expresión.
“Donald Trump advirtió que Europa se enfrenta a un “borramiento de la civilización” en un nuevo y explosivo documento.”
— Pedro Baños Bajo (@geoestratego) December 5, 2025
Lo triste es que tiene razón. https://t.co/yuYFYhIazn
Pero no todo el mundo comparte el análisis de Donald Trump. Varios usuarios en la red social X le han acusado de «racista», «supremacista» o de comprar el marco mental «de la ultraderecha».
Trump abraza sin pestañear el mensaje de la ultraderecha en Europa diciendo que la civilización en el continente va a desaparecer por la inmigración y habla en su último informe sobre la estrategia de seguridad de apoyar a las fuerzas patrióticas pic.twitter.com/al4tBffjTM
— Sandro Pozzi (@sandro_pozzi) December 5, 2025
Los datos oficiales corroboran el diagnóstico de Trump. La civilización occidental no se extinguirá por un cataclismo externo, sino por la combinación de cunas vacías y fronteras abiertas que socavan la soberanía. Los partidos patrióticos representan la respuesta responsable y urgente que Europa necesita para no convertirse en un recuerdo nostálgico del pasado. Ignorar esta llamada no es solo negligencia; es un suicidio cultural que Occidente no puede permitirse.





