Barcelona se despierta hoy con el zumbido de otra huelga en el sector del taxi. Élite Taxi, la asociación más combativa del gremio, ha convocado un paro general en Cataluña de 10:00 a 16:00 horas para protestar contra las plataformas de VTC como Uber y Bolt. Con concentraciones en Gran Vía y Passeig de Gràcia, el objetivo es visibilizar el «expolio» de su modelo de negocio y presionar por una Ley del Taxi que erradique las VTC urbanas, reservando ese servicio exclusivo al taxi tradicional.
🚖 ÉLITE TAXI INFORMA
— Taxi Project 🚖 (@TaxiProjectEU) December 8, 2025
📅 8 de diciembre de 2025
📍 ¡TODOS A LA GRAN VÍA!
🗓️ Martes, 9 de diciembre
🕤 09:30h
🛣️ INSTRUCCIONES DE ACCESO Y ORGANIZACIÓN
Todos los taxis que entren por Gran Vía desde Plaza España deberán continuar avanzando hasta que los compañeros… pic.twitter.com/IylUsW5pyl
La tensión estalla en un sector fragmentado. Élite Taxi, liderada por Tito Álvarez, acusa a las grandes plataformas de precarizar el empleo y elude compromisos políticos previos, como sanciones más duras para reincidentes en infracciones. Sin embargo, tres asociaciones clave —Agrupació de Taxis (ATC), Sindicat del Taxi de Catalunya (STAC) y Associació de Taxistes Pakistanesos (PakTaxi)— rechazan la medida. Argumentan que carece de consenso, genera conflictos innecesarios y distrae de fallos en el borrador de la ley, como la entrada de 4.000 nuevas VTC en el área metropolitana de Barcelona y la exigencia de catalán B1 para licencias.
El impacto será notable: solo se atienden urgencias médicas gratuitas, afectando aeropuertos y estaciones. El Govern de la Generalitat, a través del Departament de Territori, recuerda que el taxi es servicio público esencial, con más de 11.000 licencias activas en Cataluña en 2024, de las cuales unas 10.000 operan en el área de Barcelona según datos del Ayuntamiento.
🚕 @Elite_TaxiBcn convoca una aturada general a tot Catalunya en protesta pel que consideren competència deslleial de les VTC pic.twitter.com/NiSEcToo6C
— RTVE Notícies (@rtvenoticies) December 9, 2025
Esta huelga no solo paraliza ruedas, sino que pone en evidencia una verdad incómoda: el taxi es un servicio público que debe rendir cuentas ante los ciudadanos, no solo ante sus trabajadores. Los consumidores —familias que van al hospital, turistas que llegan al aeropuerto, personas mayores que necesitan movilidad— tienen derecho a elegir el medio más rápido, seguro y asequible sin que una minoría del sector les tome como rehenes.
Con el Plan MOVES III 2025 previendo incentivos para electrificación de vehículos, incluyendo taxis, el futuro pasa por modernizar el gremio, no por blindarlo contra la competencia. La presión callejera puede servir para negociar mejoras laborales, pero nunca para imponer un monopolio que castigue al usuario.
Hoy Barcelona está atascada; mañana, si no se prioriza el derecho del consumidor a una movilidad libre y plural, seguiremos pagando todos el precio.





