Según ha confirmado la dirección federal, el PSOE ha recibido una denuncia anónima a través de su canal interno contra José Tomé, presidente de la Diputación de Lugo, por presunto acoso sexual. La queja se estaría tramitando en la oficina contra el acoso del partido, que habría abierto una investigación interna.
La acusación no es menor: hasta seis mujeres vinculadas al PSOE habrían denunciado tocamientos, proposiciones de empleo público a cambio de favores sexuales y mensajes de contenido explícitamente sexual. Según varias fuentes, algunas de ellas habrían intentado alertar al partido tiempo atrás utilizando los cauces internos sin obtener una respuesta efectiva.
Un dirigente clave en el aparato socialista gallego
Tomé no es un cargo secundario: además de presidir la Diputación, es alcalde de Monforte de Lemos, secretario provincial del PSdeG en Lugo y forma parte del comité federal del PSOE. Es, en la práctica, el barón socialista en la provincia, con poder sobre presupuestos, contratos y personal. Precisamente por eso, la sospecha de que pudiera haber utilizado presuntamente esa posición para fines personales tiene una dimensión política y orgánica evidente, más allá de la depuración de responsabilidades penales que pudiera corresponder, si es que finalmente las hubiera.
Tomé se defiende y niega las acusaciones
El propio Tomé ha salido en declaraciones públicas a negar rotundamente los hechos. Ha calificado las acusaciones de “montaje”, insiste en que “no hay ninguna prueba ni la puede haber” y ha anunciado que emprenderá acciones legales para defender su honor. De momento, deja claro que no piensa dimitir ni en la Diputación ni en la alcaldía de Monforte, mientras el partido le da unas horas de margen con la promesa de actuar “con contundencia” si se confirman los hechos.
Feminismo oficial bajo presión
El caso estalla además en un contexto delicado para el sanchismo: el escándalo del ex alto cargo de Moncloa Paco Salazar, también acusado de presunto acoso sexual y abuso de poder por militantes socialistas, sigue generando una ola de críticas internas y externas por la tardanza en reaccionar. El Gobierno y el PSOE reivindican el feminismo como seña de identidad, pero los tiempos de respuesta y las resistencias a apartar a los propios han obligado a Sánchez a admitir errores y pedir perdón por la gestión de estos casos.
En X, distintas voces han cargado contra el caso y la respuesta del PSOE:
En su reacción, @ppdegalicia, cuenta oficial del Partido Popular de Galicia, subraya que José Tomé está denunciado por varias mujeres de su propio partido por presunto acoso sexual y reclama responsabilidades políticas inmediatas.
@MariaJamardoC, periodista y analista política, recuerda que Ferraz ha confirmado las denuncias internas contra Tomé y advierte de que el PSOE parece más preocupado por el daño al partido que por las mujeres afectadas.
Discurso feminista y realidad
El caso de José Tomé condensa la paradoja de estos años: mucho eslogan y poca ejemplaridad. Un partido que hizo suyo el “yo sí te creo” ahora pide calma, prudencia y tiempo cuando las denuncias afectan a uno de sus barones y eso termina dañando no solo la imagen del PSOE, sino la confianza en el Estado de derecho y en los propios protocolos contra el acoso. La salida no pasa por más propaganda, sino por reglas claras, investigación independiente y las mismas exigencias para todos, compañeros o adversarios.
Cuando el feminismo se usa como arma de partido, deja de ser una defensa de la justicia para convertirse en simple poder.





