El 16 de diciembre de 2025 se inauguraron dos nuevas estaciones de la Línea C del metro de Roma: Colosseo-Fori Imperiali y Porta Metronia. Esta extensión conecta San Giovanni con el centro histórico, añadiendo unos 3 kilómetros a la red y elevando el total a 24 estaciones operativas.
Quina bogeria. He hagut de comprovar que això no siguin imatges generades per IA. És increïble el que han fet, en tots els sentits. Però lo més boig de tot plegat és que hagin pogut foradar Roma.
— Toni Florido (@toni_florido) December 19, 2025
Ara hi haurem d'anar no només per passejar per la superfície de la ciutat eterna. https://t.co/INZfwjU2Mk
La Línea C es automática, con trenes sin conductor y puertas de andén. La estación Colosseo-Fori Imperiali, situada a unos 25-32 metros de profundidad bajo Via dei Fori Imperiali, permite interconexión directa con la Línea B mediante un corredor subterráneo, sin necesidad de salir a la superficie.
Ambas estaciones incorporan elementos arqueológicos descubiertos durante las excavaciones, que comenzaron en 2013. En Colosseo-Fori Imperiali se exponen restos de edificios residenciales republicanos, termas del siglo I afectadas por el incendio de Nerón, pozos antiguos y diversos artefactos como cerámicas y monedas, organizados en áreas temáticas con paneles informativos.
En Porta Metronia se encuentran estructuras militares del siglo II d.C., incluyendo una caserma, la residencia del comandante y la domus de un centurión. La exposición museística en esta estación se completará en los próximos meses.
La construcción enfrentó retrasos por los hallazgos arqueológicos y empleó técnicas específicas para preservar el patrimonio, como el método «top-down arqueológico». El proyecto ha costado cientos de millones de euros y mejora la conexión entre periferias y centro, reduciendo el tráfico superficial.
Roma no deja de sorprender: mientras el mundo acelera hacia el futuro, la Ciudad Eterna perfora sus propias entrañas para revelar que su mayor tesoro nunca estuvo en la superficie, sino oculto bajo nuestros pies. Ahora, con cada viaje en metro, no solo te desplazas por la ciudad, sino que viajas en el tiempo. El Coliseo ya no es solo un monumento: es una puerta abierta al alma inmortal de Roma. ¿Te atreves a bajar y descubrirlo?





