Trump mueve ficha contra la agenda woke. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, bajo la dirección de Robert F. Kennedy Jr., anunció ayer jueves una serie de propuestas regulatorias destinadas a limitar el acceso a tratamientos médicos de afirmación de género para menores de edad. Estas medidas buscan condicionar la recepción de fondos federales de Medicare y Medicaid a que las instituciones sanitarias no ofrezcan procedimientos como bloqueadores de pubertad, terapias hormonales cruzadas o intervenciones quirúrgicas a pacientes menores de 18 años.
Kennedy Jr. declaró durante una conferencia de prensa que estos procedimientos, calificados por la administración como «sex-rejecting procedures» -procedimientos de rechazo al sexo-, «no son seguros ni efectivos» para tratar la disforia de género en menores. «El supuesto ‘cuidado de afirmación de género’ ha infligido daños físicos y psicológicos duraderos a jóvenes vulnerables. Esto no es medicina; es mala praxis», afirma respaldándose en revisiones internas del HHS que concluyen que la evidencia científica disponible es de «muy baja calidad» y no cumple con estándares profesionales reconocidos. El administrador de los Centros de Medicare y Medicaid (CMS), Mehmet Oz, añadió que «los niños merecen protección, no intervenciones experimentales con riesgos irreversibles y sin evidencia fiable de beneficios».
Las propuestas incluyen dos reglas principales: una que prohibiría a hospitales participantes en Medicare y Medicaid realizar estos tratamientos en menores, bajo riesgo de perder toda la financiación federal (que representa cerca del 45% del gasto hospitalario en EE.UU.); y otra que impediría el uso de fondos de Medicaid y el Programa de Seguro Médico Infantil (CHIP) para cubrir tales procedimientos.
La iniciativa se enmarca en órdenes ejecutivas previas de Trump, que desde enero de 2025 han priorizado la protección infantil frente a lo que describen como prácticas irreversibles con riesgos como infertilidad, pérdida de densidad ósea o alteraciones cerebrales. Actualmente, 27 estados ya restringen estos tratamientos en menores.





