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El fraude de Minnesota puede ocurrir aquí

El fraude que sacude Minnesota: así se defraudaron más de 250 millones en alimentación infantil y terapias para autismo.

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Uno de los temas más candentes de la política en EE. UU. es el fraude de Minnesota, también conocido como el de los «somalíes», que afecta a cientos de millones en ayudas fraudulentas. El tema interesa especialmente porque algo similar podría estar ocurriendo aquí, aunque con cifras más moderadas. La razón es muy simple: en Cataluña y en toda España, como en Minnesota, las ayudas a ONG, colectivos o personas se conceden sin un seguimiento real suficiente de cómo se utilizan los fondos que, teóricamente, fueron solicitados para fines específicos.

El fraude en Minnesota constituye un escándalo masivo de defraudación en programas de servicios sociales del estado, principalmente fondos federales, que explotaron recursos destinados a alimentación infantil, terapia para autismo, vivienda y otros apoyos durante y después de la pandemia de COVID-19.

Caso principal: Feeding Our Future
Todo comenzó en 2022 con la organización sin fines de lucro Feeding Our Future. Esta entidad y sitios asociados reclamaron haber servido millones de comidas a niños necesitados, pero en realidad inflaron números o inventaron locales, robando al menos 250-300 millones de dólares en fondos federales del Programa de Nutrición Infantil. La fundadora, Aimee Bock (de origen blanco), fue condenada en marzo de 2025 tras un juicio federal, junto a varios coacusados. La mayoría de los imputados (más de 70 de un total de unos 78) son de origen somalí, lo que ha generado una fuerte controversia. El fraude se extendió a programas de terapia para niños autistas (reclutando presuntamente padres somalíes con sobornos) y estabilización de vivienda, sumando cientos de millones más. En total, las autoridades confirman pérdidas cercanas a los 300 millones solo en Feeding Our Future, aunque el fraude global en programas sociales de Minnesota podría superar los 800 millones confirmados y llegar a miles de millones (algunos fiscales hablan de hasta más de 9.000 millones potenciales en 14 programas Medicaid desde 2018). Parte del dinero se destinó a lujos, propiedades en el extranjero y, según alegaciones sin prueba concluyente, algo pudo llegar indirectamente a grupos como Al-Shabaab en Somalia.

Impacto en la comunidad somalí
Minnesota alberga la mayor comunidad somalí-americana de EE. UU. (más de 100.000 personas). Aunque solo un pequeño grupo está implicado, el escándalo ha provocado estigmatización: muchos somalíes denuncian que se les culpa colectivamente, lo que ha aumentado sospechas y divisiones. Líderes comunitarios insisten en que la mayoría son trabajadores honestos que contribuyen al estado.

Conexión con Tim Walz
Tim Walz (gobernador demócrata y ex candidato a vicepresidente con Kamala Harris en 2024) ha recibido duras críticas de republicanos y del presidente Trump, quien lo acusa de negligencia durante su mandato (desde 2019). Argumentan que su administración ignoró señales tempranas de fraude por miedo a acusaciones de racismo o a perder apoyo político en la comunidad somalí (un bastión demócrata). Walz defiende que actuaron en cuanto pudieron (limitados por demandas judiciales y el FBI), y que ha implementado auditorías y pausas en los pagos.

Paralelismos internacionales
Este escándalo en Minnesota no es un caso aislado. Recientemente, en Italia, las autoridades destaparon una red que desviaba millones de euros destinados a ayuda humanitaria para palestinos hacia Hamás, la organización terrorista. En una operación antiterrorista coordinada en Génova, se detuvo a nueve personas vinculadas a asociaciones benéficas y se incautaron más de 8 millones de euros, de los cuales más del 70% acababa en manos de Hamás o entidades afiliadas a través de complejas triangulaciones financieras. Este caso se suma al de Minnesota y pone en el foco la vulnerabilidad de las ayudas gubernamentales a este tipo de entidades, donde la falta de controles rigurosos permite que fondos públicos acaben financiando actividades ilícitas o extremistas en lugar de llegar a los verdaderos beneficiarios.

En 2025, el escándalo ha revivido con fuerza gracias a videos virales de «guarderías fantasmas» —locales supuestamente dedicados al cuidado infantil que recibieron millones pero aparecen vacíos y sin niños—, lo que ha intensificado las críticas a la gestión de Walz y ha llevado a nuevas investigaciones federales. El caso sigue en curso, con decenas de condenas ya dictadas y más cargos en camino.

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