Hoy se cumplen 8 días del apagón. A más una semana del incidente, el Ejecutivo sanchista aún no ha ofrecido explicaciones concluyentes sobre las causas, una falta de transparencia y asunción de responsabilidades que empieza a generar -si cabe- más frustración entre la ciudadania.
Red Eléctrica de España (REE) descartó un ciberataque en las primeras horas y señaló una «desconexión» de generación, –potencialmente ligada a una pérdida de energía renovable-, como origen del colapso. Aún así, los socialistas siguen emperrados en la teoría de la agresión extranjera, buscando a la desesperada un tercero al que cargar el muerto. «No se descarta ninguna hipótesis». Esta es la versión oficial mientras se espera un informe independiente de la Comisión Europea. Esta postura es interpretada por número creciente de ciudadanos como una estrategia para diluir responsabilidades, especialmente tras las declaraciones iniciales del presidente, quien no dudó en apuntar a los operadores privados como posibles culpables sin precisar detalles y propinando manifiestas contradicciones en su análisis.
Ni ciberataque en el apagón ni sabotaje en el colapso de los trenes…
— manuel llamas (@manuel_llamas) May 5, 2025
La realidad es mucho más sencilla: socialismo e incompetencia; incompetencia y socialismo
-No va a haber apagones
— Chopenawer (@dchopenawer) April 30, 2025
-Apagones ha habido siempre
-Gracias al Gobierno el apagón ha durado poco
-Los apagones son buenos, la gente sale a la calle
-Ojalá más apagones
La gestión de la crisis también se empieza a cuestionar. Durante las primeras horas, la comunicación oficial por los canales disponibles fue escasa, y varios líderes autonómicos expresaron frustración por la falta de información, que seguía siendo posible pese al apagón. Feijóo ha reclamado a su vez una auditoría internacional, argumentando que el Gobierno no ha aclarado por qué un sistema considerado robusto –el mejor del mundo por lo que se ve– colapsó de forma tan abrupta. Por su parte, el Ejecutivo defiende que actuó con celeridad, restableciendo el 99,95% del suministro en menos de 24 horas, destacando con toda intención la colaboración con Marruecos y Francia para estabilizar la red.
Mientras tanto, el impacto económico del apagón se estima en unos 400 millones de euros, según el Gobierno, aunque expertos sugieren que podría ser mayor. La incertidumbre persiste sobre si el sistema eléctrico, con alta dependencia de renovables, está preparado para evitar futuros incidentes. La ciudadanía y los partidos de oposición exigen respuestas claras, pero el Ejecutivo insiste en «esperar los resultados de las investigaciones», lo que alimenta la percepción de que se evade una rendición de cuentas inmediata.