Milán acogerá en los próximos días una reunión internacional de líderes y partidos políticos europeos críticos con las políticas migratorias que conforman el actual entente europeo. El evento, Remigration Summit, -término acuñado por la derecha de nueva hornada- reunirá a representantes de distintas formaciones y movimientos que abogan por políticas de retorno para inmigrantes no europeos y sus descendientes.
El objetivo, más allá del networking entre representantes de un movimiento en auge, es «coordinar propuestas y estrategias comunes» en torno al concepto de “remigración”, que se refiere a políticas destinadas a favorecer el retorno voluntario o «incentivado« de inmigrantes a sus países de origen. Los promotores lo tienen claro: la remigración es la «única respuesta posible ante un modelo migratorio fallido en Europa«, que busca preservar a toda costa la identidad cultural occidental.
Ni el programa ni la ubicación son públicos, tampoco los participantes que deciden no hacer conocida su colaboración. Se espera la participación de eminentes figuras políticas dentro de este espacio, procedentes, al menos, de Francia, Alemania, Austria, Países Bajos, Bélgica, España e Italia. El formato es cerrado al público y a la prensa, enfocado exclusivamente a fortalecer posiciones y establecer líneas de colaboración entre partidos establecidos y emergentes.
Como cabía esperar, el evento ha recibido continuados intentos de boicot, llegando incluso un grupo de extrema izquierda a obtener los datos de contacto de los invitados para mandar comunicaciones falsas que torpedearan la logística. Este ataque, confirmado a este medio por participantes de la reunión, ha sido parcialmente solventado por los organizadores, que siguen tratando con secretismo la ubicación de la jornada, que no se revelará hasta el mismo día de su celebración.
La cita en Milán se enmarca en una creciente colaboración entre movimientos europeos de derecha más dura que promueven una revisión de las políticas migratorias, en un contexto de tensiones culturales en la practica totalidad de las regiones que componen el continente.