La relación de Antonio Maestre con cualquier persona de ideología conservadora nunca ha sido muy fluida. Excepto si el susodicho se adscribía al nacionalismo periférico, dado el caso, ya podía ser la reencarnación de Margaret Thatcher con txapela, que sería un demócrata-cristiano con vocación transformadora.
El duelo
A media mañana de ayer, Bertrand Ndongo y Antonio Maestre coincidieron en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. El colaborador de Periodista Digital no dudó entonces en acercarse a Maestre y sugerirle que lanzara su micrófono. Un desafío motivado por la última agresión del periodista getafense al micrófono del tercer jinete de este particular Apocalipsis: Vito Quiles. Ante la propuesta de Ndongo, Maestre solo pudo respirar hondo y emular la pose de un gallo, saludando al “negro de Vox”, pecho contra pecho, a lo jugador de la NBA. Todo un espectáculo que llamó la atención de las autoridades, desplazándose rápidamente al ring callejero para calmar los ánimos.
Denunció a Ndongo
Como todos podían imaginar, la batalla por el relato quedó superpuesta al enfrentamiento físico. Un enfrentamiento que, por ciento, fue pan comido para Ndongo. A posteriori, Maestre denunció por redes que había sido agredido y anunció medidas legales. Aprovechando además la comunicación pública para dejar algún recado al colaborador de Periodista Digital: “eres escoria fascista”. Ndongo, eso sí, se tomó el incidente con más sentido del humor: “qué hace Maestre chupándome el hombro”, escribió.
